Elena Espinosa ha recordado que España no sólo cuenta con la extensión de viñedo más grande del mundo sino que la viña y sus productos (uva, vino, mosto y alcohol de uso de boca) componen un entramado económico, cultural y social esencial para la fijación de la población y la protección del medio ambiente en una amplia extensión de zonas rurales españolas.
La Ministra ha manifestado que, al igual que la mayoría de Estados Miembros, España comparte los objetivos que persigue esta reforma: aumentar la competitividad, consolidar un modelo de calidad, recuperar mercados, alcanzar un equilibrio entre oferta y demanda, preservar las tradiciones y garantizar una producción responsable con el medio ambiente.
Elena Espinosa ha valorado los aspectos positivos de la propuesta tales como la simplificación y flexibilización de la normativa y de las prácticas enológicas y el etiquetado; la intención de reforzar un modelo de calidad basado en la excelencia y ligado a las Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen y la prohibición de añadir sacarosa al vino.
También ha señalado su satisfacción por el hecho de que el arranque haya dejado de ser el eje de la reforma, reduciendo sus objetivos y contemplándose como una medida voluntaria de carácter social.
Sin embargo, la Ministra ha considerado que hay aspectos importantes que deben mejorarse para que la reforma tenga éxito y que requieren una solución para el sector vitivinícola español. En este sentido, Elena Espinosa ha señalado que, ante una reforma que prevé la eliminación de las medidas de mercado, es preciso establecer un período transitorio que permita a los operadores adaptarse sin traumas al nuevo escenario.
Asimismo, ha precisado que la OCM debe contemplar la posibilidad de compensar tanto la posible pérdida de renta de los viticultores como de actividad industrial en las zonas afectadas. Por otra parte, la Ministra ha indicado que el dinero de la OCM debe mantenerse dentro del sector. Por lo tanto, las medidas de desarrollo rural deben ser incluidas dentro de los «sobres nacionales».
En cuanto a la apuesta por la promoción, la Ministra ha señalado que para que sea proporcionada y eficaz debe ser una medida progresiva y flexible para responder a las diferentes demandas del sector. Del mismo modo, Elena Espinosa ha trasladado al Consejo de Ministros de la UE la inquietud que la liberalización de plantaciones está causando en las Denominaciones de Origen españolas.
Por último, Elena Espinosa ha reiterado que queda mucho trabajo por delante ya que se trata de una reforma en profundidad de un sector muy sensible, que tiene que recuperar competitividad sin perder la esencia de las tradiciones que han hecho que el vino europeo sea reconocido por su calidad en todo el mundo y teniendo en cuenta la importancia de su función territorial, ambiental y social.
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