Un camino a la sostenibilidad”, en la que se ha analizado la utilización de las aguas depuradas como recurso no convencional que permite la utilización de esas aguas para distintos usos.
En este foro, Elena Espinosa ha destacado el papel de las aguas regeneradas como fuente alternativa para los regadíos, formando parte, junto con las aguas convencionales y las desaladas, de los recursos hídricos para la agricultura.
La Ministra ha explicado que se lleva trabajando desde hace años en la realización de numerosos proyectos de regadíos que se abastecen de estaciones depuradoras de aguas residuales, consolidando con ello pequeñas zonas regables infradotadas, en las que era necesario recurrir a pozos para mantener la actividad.
En este sentido, Elena Espinosa ha recordado como en el Plan de Choque de modernización de regadíos se ha utilizado el agua regenerada, principalmente en Canarias y Baleares, así como en el sureste peninsular, especialmente en Murcia.
Este aprovechamiento, ha señalado la Ministra, ha permitido alcanzar distintos objetivos como la posibilidad de mantener una producción agroalimentaria local que contribuye a la estabilidad de las poblaciones rurales; el mantenimiento de la actividad agraria, evitando el abandono o la ocupación del territorio para otros usos más agresivos par el medio ambiente, así como la utilización de esas aguas depuradas evitando su vertido a los cauces que desembocarían inmediatamente en el mar.
Las aguas depuradas, ha añadido Elena Espinosa, son una oportunidad para los regadíos, no sólo porque disminuyen la presión sobre otras fuentes más convencionales, frenando la sobreexplotación de muchos acuíferos, sino también porque ofrecen una garantía adicional de suministro constante.
La Ministra también ha destacado entre las ventajas de su uso en regadío la posibilidad que ofrece la agricultura como una etapa más, la última, en el proceso de depuración del agua, ya que el vertido directo al cauce natural exige un tratamiento más costoso para reducir al mínimo aportes como nitrogenados o fosforados o sustancias orgánicas difícilmente mineralizables que, sin embargo, pueden resultar positivas para los cultivos, al utilizarse esos compuestos como abono, degradándose biológicamente la materia orgánica en el proceso de infiltración de agua.
Así, ha indicado Elena Espinosa, la agricultura se convierte en filtro que incorpora el agua depurada al ciclo natural en perfectas condiciones, culminando el proceso de regeneración.
La Ministra ha finalizado su intervención explicando algunos aspectos del Real Decreto, recientemente aprobado, sobre reutilización de aguas, que ha sido elaborado por los Ministerios de Agricultura, Medio Ambiente y Sanidad, indicando que en él se establecen los requisitos mínimos necesarios para los distintos usos, y en agricultura, para su utilización en cada cultivo y tipo de riego, ofreciendo todas las garantías sanitarias para los consumidores.
Este Real Decreto, ha señalado Elena Espinosa, refleja en definitiva, la preocupación del Gobierno por llevar a cabo una política del agua desde el ahorro y la gestión eficiente, así como desde la reutilización y la sostenibilidad.
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