Según los datos recogidos en el ‘Libro Verde sobre transporte urbano’ de la Comisión Europea, que España, a pesar de encontrarse entre los países con renta más alta, presenta unos porcentajes elevados de uso del transporte público (30%), superiores en ambos casos a la media europea (21%) y más que países como Alemania (15%), Italia (18%), Francia (16%) y Reino Unido (17%).
El Informe que ha sido presentado por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino en colaboración con otras instituciones que forman parte del OMM, destaca que el uso del transporte público y de los viajes a pie que se realizan en España es similar a los porcentajes de países europeos con menores índices de motorización como Rumania o Bulgaria. Aunque el porcentaje de viajes a pie en España sea de los más elevados dentro de los países de su entorno, destaca que los viajes en bicicleta son casi nulos, menores al 5%, a diferencia de Alemania, en donde estos viajes se sitúan en un 16%.
En la presentación de este informe se ha recordado que como cada año, del 16 al 22 de septiembre, tendrá lugar la Semana Europea de la Movilidad que este año contará en su logo con el lema «Un aire limpio para todos», y para la que el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino prepara una serie de iniciativas de fomento de la participación de los ciudadanos y las administraciones competentes en la mejora de la calidad del aire y de vida en todas las ciudades.
En el informe presentado ayer se recogen datos de los indicadores de movilidad correspondientes al año 2006 y a las siguientes áreas: A Coruña, Alicante, Asturias, Barcelona, Bizkaia, Bahía de Cádiz, Gran Canaria, Granada, Madrid, Málaga, Pamplona, Sevilla, Camp de Tarragona, Valencia, Vigo y Zaragoza.
El conjunto de las 18 áreas participantes congrega a 23,5 millones de personas, el 52,6% de la población española, por lo que se tiene, a través del estudio, una imagen bastante aproximada de la situación de la movilidad en España.
La ciudad principal cobra mucha importancia en cuanto a concentración de población se refiere, ya que en la mayoría de las áreas, esta cifra supera el 50% del total de población del área. En un extremo está Zaragoza, que es la ciudad que más población concentra respecto a su área metropolitana, un 89%, mientras que Cádiz tan sólo alberga el 20% del total de población del área de Bahía de Cádiz.
El crecimiento poblacional de estas áreas entre 2002 y 2006 ha sido del 7,6%, mayor que el crecimiento de población en toda España (6,9%). La tendencia general es que la población crezca menos en la ciudad principal que en la corona metropolitana, disminuyendo en algunas ciudades como Granada y Cádiz. Esto se debe al proceso de dispersión de población y actividades que hace que las coronas metropolitanas crezcan a un ritmo mayor al de sus ciudades.
En cuanto a datos socioeconómicos de estas áreas, el tamaño de las familias varía de 2,5 en Valencia a 3,3 en Gran Canaria, siendo las áreas del sur peninsular las que presentan mayores tamaños familiares. La tasa de población activa varía del 52% en Granada a 63% en Madrid.
MÁS COCHES EN MADRID Y MÁS MOTOS EN GRANADA Y CADIZ
El índice de motorización es mayor en Madrid, con 500 turismos por 1.000 habitantes, y en último lugar está Zaragoza con 359 turismos por 1.000 habitantes. Merece la pena resaltar el elevado número de motos y ciclomotores que presentan, especialmente las ciudades de Granada y Cádiz, con 160 y 139 motos por 1.000 habitantes, respectivamente.
El vehículo privado es el modo dominante en la mayoría de las áreas para realizar los desplazamientos por cualquier motivo (32-53%), siendo la marcha a pie el segundo en importancia (30-45%), especialmente en ciudades pequeñas y medianas.
Para desplazamientos por motivo de trabajo, el coche es aún más dominante, siendo más usado en áreas pequeñas y medianas (mayor del 60%), mientras que en las grandes (Madrid, Barcelona) este porcentaje no supera del 45%, siendo el uso del transporte público más elevado que en resto de las áreas (40% en Madrid y 24% en Barcelona). Los viajes a pie tienen unos rangos muy aceptables (15-25%).
En cambio, para desplazamientos por motivos distintos del trabajo (ocio, compras, visitas) es la marcha a pie la que tiene mayor peso (40-50%), y en las grandes áreas también tienen mucha importancia los viajes en transporte público (25-30%).
AUMENTA LA DEMANDA Y LA OFERTA DE TRANSPORTE PÚBLICO
Para las áreas analizadas, en el periodo comprendido entre 2002-2005, se ha producido un crecimiento neto de los viajes en transporte público (un 8,9%), siendo mayor el aumento de los viajes en modos ferroviarios (15,45%) que el crecimiento de los viajes en autobús (2,25%).
En cuanto a viajeros-km se refiere, su evolución entre 2003 y 2006 en 5 áreas metropolitanas es de un crecimiento del 18,25%, siendo mayor en modos ferroviarios (25,3%) que en autobuses (4,5%).
Este crecimiento de la demanda de transporte público viene, en parte, justificado por el aumento de la oferta. Así, en casi todas las áreas el incremento de los vehículos-km en los modos ferroviarios ha sido superior al aumento en los autobuses, a excepción de Barcelona, cuya densidad de oferta de autobuses tanto por habitante como por superficie es superior a la de los modos ferroviarios.
Los ingresos tarifarios han aumentado entre 2003 y 2006 un 10-20%, debido en mayor medida al incremento de pasajeros. Esto ha hecho que se logre mantener los ratios de cobertura (ingresos/costes) en el entorno del 60-70%, que, para los servicios públicos, son valores bastante buenos.
MÁS VIAJES EN LAS REDES FERROVIARIAS QUE EN AUTOBUSES
Se dispone de datos relevantes de demanda en 13 áreas metropolitanas: en 2006 se realizaron 3.323 millones de viajes en transporte público, 1.652 millones en autobús y 1.671 en modos ferroviarios. Hay que desatacar que aunque la cuota de demanda es muy similar, la longitud de las redes es muy diferente: 20.250 km de red de autobuses y 2.714 km de red ferroviaria (urbana y metropolitana), lo que significa que las redes ferroviarias soportan una mayor cantidad de viajes que las de autobuses.
Lo mismo pasa en los viajes urbanos de la ciudad principal, es decir, los viajes realizados en autobús urbano y en metro y tranvía son muy similares: 1.148 millones de viajes en autobús urbano frente a 1.179 millones en metro y tranvía. La media de viajes por habitante y año en transporte público es de 118, variando de 270 viajes/habitante en Madrid y 67 viajes/habitante en Málaga.
La demanda en viajeros-km anuales, para 6 de las áreas estudiadas, es de 26.302 millones de viajeros-km (35% para el autobús, y 65% para modos ferroviarios). Estas cifras indican que los viajes en modos ferroviarios son más largos que los realizados en autobús, siendo la distancia media recorrida en autobús de 5,92 km y la recorrida en modos ferroviarios de 14,51 km.
La oferta de transporte público en 2006 en 12 de las áreas fue de 544,8 millones de vehículos-km para el autobús, y de 467,4 millones de vehículos-km para modos ferroviarios.
Las áreas metropolitanas mayores son las que poseen más kilómetros de carriles bus, ya que tienen mayores necesidades de segregación del tráfico: 101 km en Barcelona, 93 km en Madrid y 72 km en Valencia, donde supone el 20% del total de la red de autobuses. No todos estos carriles están físicamente protegidos para evitar su invasión por otros vehículos; Madrid y Sevilla presentan los porcentajes más elevados de protección de carriles bus, un 61 y 65%, respectivamente.
En cuanto a los carriles bici, las áreas con mayor longitud son Barcelona, Madrid y Sevilla, con 280, 247 y 150 km, respectivamente.
INVERSIONES Y CALIDAD DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS
La inversión realizada en 2006 en transporte público (en 10 áreas metropolitanas) fue de 1.614 millones de Euros (1.068 millones de Euros en infraestructura y 546 millones de Euros en material móvil), lo que supone una media de 29,26 Las subvenciones realizadas por parte de administraciones nacionales, regionales y locales para cubrir los costes de operación alcanzó la cifra de 1.471 millones de Euros para 13 áreas metropolitanas, siendo la media de 31,36
En todas las áreas metropolitanas, el precio del billete sencillo ronda el euro, aunque con el uso del billete múltiple el coste de viaje para el usuario es mucho menor, próximo a 0,5
En general la velocidad comercial de los autobuses urbanos es baja, entre 10 y 17 km/h, debido a las constantes paradas y la congestión de tráfico. En cambio, para los modos con infraestructura separada, como el metro o los servicios de cercanías, se alcanzan velocidades más altas: en torno a 30 km/h para los primeros, y 50 km/h los segundos.
La frecuencia media en hora punta del transporte público varía mucho con el modo. Así, en las grandes ciudades, la frecuencia del metro es muy alta (3-4 minutos), en los autobuses urbanos es alta (6-9 minutos), y bastante baja en los autobuses interurbanos (15-45 minutos). La frecuencia en los servicios de cercanías varía con las áreas, siendo buena en áreas grandes (5-10 minutos) y baja en áreas más pequeñas (25-50 minutos).
En casi todas las áreas, los porcentajes de población con parada de transporte público a menos de 300 metros del domicilio son cercanos al 100%, lo que garantiza una buena accesibilidad de la población a dichos servicios. En otro sentido, la accesibilidad para PMR es muy alta para los autobuses urbanos, pero se tiene que seguir avanzando en las flotas metropolitanas o en las estaciones de metro.
TRANSPORTE Y CAMBIO CLIMÁTICO
Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte han crecido un 71,6% entre 1990 y 2005. La evolución reciente de la demanda de transporte y sus emisiones en nuestro país han seguido pautas de crecimiento mucho más aceleradas que en el conjunto de la UE. La movilidad de personas y mercancías crece a un ritmo muy superior a la de nuestros países vecinos. Además el crecimiento del transporte de viajeros es mayor que el de mercancías, mientras que en Europa la tendencia es la contraria.
En el año 2005 el transporte por carretera representó el 90% de los viajeros-km transportados mientras que el ferrocarril, por ejemplo, representó un 4,7% y el avión un 5%.
Sin embargo las emisiones de contaminantes atmosféricos debidas al transporte, a pesar de la creciente demanda de éste, se han reducido o estabilizado en la mayoría de los casos.
Las sustancias acidificantes disminuyeron en el periodo 1990-2005 un 4,5% como consecuencia de las mejoras tecnológicas de los vehículos, los estándares de emisión más restrictivos y el uso de combustibles cada vez con menor contenido en azufre. Los precursores del ozono disminuyeron un 22%. Las emisiones de partículas materiales aumentaron levemente un 1%, aunque la tendencia de los últimos años es de una clara reducción.
OMM
El Observatorio de Movilidad Metropolitana (OMM) es una iniciativa del Grupo de reflexión establecido por 18 Autoridades de Transporte Público (ATP) de las principales áreas metropolitanas españolas conjuntamente con el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, y el Ministerio de Fomento. La participación de otras entidades e instituciones que trabajan en el campo de la movilidad sostenible está abierta. También colaboran el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), RENFE, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Asociación de Transportes Urbanos Colectivos (ATUC).
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