En la tienda las patatas suben un 20% y al agricultor se las pagan por debajo de costes

Remitido por ASAJA
Mientras que en las tiendas la patata ha subido un 20 por ciento en el último año, los agricultores de Castilla y León comprueban con alarma estos días como desciende de forma imparable el precio a los que se paga su producción, que ya está por debajo de costes y que amenaza con permanecer así lo que resta de campaña.

Animados por los precios alcanzados en el año anterior y ante la falta de otras alternativas de cultivo, muchos agricultores de la Comunidad Autónoma han apostado este año por la patata, lo que ha repercutido en un incremento de las siembras. Aunque todavía queda por recoger más del 70 por ciento de las parcelas, la entrada de la patata de Francia –país en el que también hay una buena cosecha–, especialmente en la zona norte de España, ha contribuido a este hundimiento de los precios.

En estos momentos, se está pagando poco más de 8 céntimos de euro por el kilo de patata de calidad media, y sobre 11 céntimos/kilo en el caso de la de calidad superior (Mona Lisa o similares). Como referencia, baste decir que el año pasado, en plena recolección, el kilo de calidad superior no bajó de los 13-14 céntimos, y durante el resto del año se mantuvo en unos 20 céntimos. Según los cálculos de ASAJA, y teniendo en cuenta la carestía de este cultivo (una hectárea de patata acarrea unos gastos de producción de alrededor de 3.600 euros) para cubrir los costes el precio por kilo no puede descender de un mínimo de 13 céntimos; es decir, ya ahora los cultivadores están perdiendo dinero.

“Al agricultor le queda poca defensa posible. Si no vende a precios ínfimos, se arriesga a que se importe patata de fuera o a dejar la patata en terreno sin recoger, con lo que nos encontraríamos en otra situación crítica como las vividas hace años”, subraya ASAJA La organización profesional agraria apela al Ministerio de Agricultura para que arbitre medidas que mitiguen en lo posible la situación.

Una vez más, se evidencia la falta de estructuración de este sector, que carece de una Organización Común del Mercado en la Unión Europea, y que tampoco tiene una Interprofesional que lo regule en el ámbito nacional. En este sentido, ASAJA entiende que es esencial que los productores se agrupen en cooperativas o fórmulas que les permitan organizar la comercialización. Aproximadamente, el 35 por ciento de la producción patatera de la región está dentro de cooperativas, por lo que la OPA considera que una medida positiva para regular el mercado y estabilizar los precios sería que el Ministerio convocase ayudas al almacenamiento.

ASAJA

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