ASOPROVAC ha calificado esta iniciativa, contraria a la libre circulación de bienes y mercancías en el mercado comunitario, de “atentado contra el sector ganadero español” y propone la creación de un lobby por parte de los productores europeos para frenar la misma, ya que, a su juicio, su adopción supondría “un desembolso inasumible para este sector productivo en un contexto de grave crisis mundial”.
Javier López, gerente nacional de ASOPROVAC, ha señalado la sensibilidad especial de los ganaderos de vacuno de carne ante el establecimiento de nuevas obligaciones en materia de bienestar animal durante el transporte, debido a la situación geográfica de España en el mapa de Europa, y a la enorme dependencia de terneros para engorde en nuestras explotaciones”.
Las principales modificaciones, en el caso de que se apruebe la mencionada propuesta, pasan por la propia definición de viaje, ya que éste comenzaría en el momento que se carga el primer animal en el lugar de origen, y terminaría cuando se descarga el último animal en destino. “Esto implica –según el gerente nacional de ASOPROVAC– que muchos de los viajes que a día de hoy se consideran cortos pasen a ser viajes largos”.
Además, se disminuiría la densidad de animales en los vehículos y quedaría prohibida la realización de transporte de animales con destino a sacrificio cuando la duración del viaje superase las 9 horas. En cuanto a los sistemas GPS se especificaría la obligatoriedad de disponer de un mecanismo de registro y de envío de datos sistemático para controlar todos los transportes de larga duración dentro del territorio comunitario.
ASOPROVAC afirma que las mencionadas modificaciones del Reglamento 1/2005 no se sostienen en estudios científicos previos contrastados y considera que no sólo no favorecerán el bienestar de los animales en estos desplazamientos, si no que lo empeorarán de forma considerable.
Para la Asociación, que estudia ahora las acciones a emprender con el objetivo de paralizar la puesta en marcha de una normativa con tan nefastas consecuencias para la ganadería española en su conjunto, “la iniciativa parte de grupos de presión de índole proteccionista tras los que se parapetan los grandes lobbys de comercialización de carne a nivel europeo y mundial”.
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