El informe «La energía en la Comunidad de Madrid» afirma que el impacto medioambiental por la ocupación del espacio y las actividades de consumo y producción de la población de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) tiene sus principales manifestaciones en la generación de 2,4 millones de toneladas de residuos urbanos, cifra que supone el 16% del total nacional. Asimismo cuantifica en cerca de 180 mil las toneladas de residuos tóxicos o peligrosos los generados en la CAM; y de más de un millón de toneladas de contaminantes atmosféricos, entre los que destacan el monóxido de carbono, el dióxido de carbono y el óxido de nitrógeno. La limitación del impacto ambiental del consumo de energía implica, según el citado estudio, la puesta en marcha de medidas que actúen sobre tres ejes. El primero se refiere a la contaminación atmosférica, mediante la adaptación del parque de vehículos a la normativa comunitaria; la continuación de las políticas de mejora del transporte público; y la continuación del proceso de sustitución de combustibles fósiles por gas natural en usos domésticos. El segundo de los ejes sobre los cuales se asientan estas medidas es la utilización racional de la energía, gracias a lo cual se ahorra energía y se contamina menos. Por último, la potenciación de las energías renovables, que según las recomendaciones del Club Español de los Residuos, debería centrarse en la incineración de residuos para la producción de electricidad y en la puesta a punto de otros pro de valoración energética.
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