La alta mortalidad en uno de los cinco cobertizos donde estaban las aves fue lo que hizo levantar las sospechas sobre la posibilidad de que se tratase de gripe aviar. La Comisión Europea revisó la situación en el Comité permanente de la Cadena Alimentaria y la Salud Animal y las medidas de control que ha tomado España.
Las autoridades españolas han aplicado las medidas contempladas en la directiva sobre gripe aviar «incluso antes de que se confirmara» que se trataba efectivamente de esta patología, aislando la granja, señala la CE, que indica que los análisis practicados en el laboratorio confirmaron el pasado 11 de octubre la presencia de la cepa H7, subtipo altamente patógeno del virus de la gripe aviar.
Las aves de la granja infectada se sacrificaron y se estableció un área de protección de tres kilómetors y otra de vigilancia de 10 alrededor de la misma. Mientras, los tests clínicos realizados a otras granjas próximas han dado resultados negativos y continúan las investigaciones epidemiológicas para averiguar el origen del brote.
Europa Press