El Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea, celebrado hoy en Bruselas, ha abordado la propuesta de Reglamento sobre la gestión del esfuerzo pesquero en lo que respecta a determinadas zonas y recursos pesqueros comunitarios (aguas occidentales). El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias, ha manifestado inaceptable un sistema de gestión de capacidad que tenga como base exclusiva el periodo en el que España estaba sometida a las discriminaciones del periodo transitorio derivado de nuestra Acta de Adhesión.
A la hora de determinar el número de buques máximo por zonas, la Comisión ha propuesto un periodo de referencia (1988-2002) en el que aún estaban vigentes para España las discriminaciones de los Reglamentos de esfuerzo de 1995, y que a partir de este año ya no son aplicables. Por esa razón, el ministro ha afirmado que «se ha encarado un nuevo período de la Política Común de Pesca con el orgullo de sentir que nuestra flota es plenamente comunitaria a todos los efectos, pero la teoría debe trasladarse a la práctica, por lo que la Comisión debe velar por el cumplimiento de los Tratados».
Sin embargo, el ministro Arias ha destacado que, independientemente de las observaciones de fondo sobre el contenido de la propuesta, el procedimiento de trabajo empleado por la Comisión no ha sido el más acertado, al considerar que los grupos de trabajo técnicos no han examinado el texto y su contenido se aparta significativamente de la propuesta inicial, presentada al Parlamento Europeo.
EL SISTEMA DE GESTIÓN POR ESFUERZO
Además de la necesidad de tener en cuenta el fin del periodo transitorio de la adhesión de España a la UE, el ministro ha manifestado su sorpresa por la propuesta de un sistema general de control de esfuerzo, que no sólo se superpone al sistema de Totales Admisibles de Capturas (TACs) en estas aguas, sino también a las limitaciones de esfuerzo de los planes de recuperación y cuando ya existe uno, el del bacalao, aplicable a parte de las aguas occidentales.
La delegación española opina que si cada stock se gestiona en toda su zona de distribución, que es lo biológicamente correcto, y se establecen TACs para dichas zonas de distribución, no tiene justificación que la Comisión imponga restricciones de capacidad o esfuerzo que pueden impedir la captura de las cuotas o interferir en el principio de estabilidad relativa, ya que desde el punto de vista de gestión no hay diferencia entre capturas de un stock realizadas en uno u otro punto de su área de distribución.
España defiende la sustitución del antiguo régimen de esfuerzo de 1995 por un sistema de limitación de la capacidad global de cada Estado miembro en el conjunto de las aguas occidentales, sin establecer topes de presencia simultánea de barcos por zona o por artes. La actividad en cada zona vendrá limitada por las cuotas disponibles en cada caso.
INCLUSIÓN DE ZONAS BIOLOGICAMENTE SENSIBLES
La Comisión ha decidido incluir en su propuesta la noción de zona sensible, en la que saldría perjudicada especialmente la flota española. España es el primer país interesado en la conservación de los recursos, pero considera que se deben adoptar las medidas adecuadas. La Comisión plantea sustituir el box irlandés pero creando un nuevo «box» aún más restrictivo.
El documento de la propuesta justifica este nuevo «box» sobre la base de la abundancia de juveniles de merluza, identificada en los trabajos previos a la adopción de las medidas de emergencia para la merluza en 2001. Sin embargo, la delegación española ha constatado que si se examina la abundancia de juveniles en toda el área de distribución de la merluza Norte, se comprueba que existen otras zonas con los mismos o mayores índices de abundancia de juveniles que en la zona propuesta y para las que, sin embargo, no se prevé ningún tipo de protección.
Asimismo, la propuesta exime a los buques de menos de 10 metros, que faenan más cerca de la costa, a profundidades en las que la abundancia de juveniles es más alta. Además del efecto negativo sobre la conservación de la merluza, esta exención supone una discriminación para la flota española. En cambio, en la propuesta se incluye como «zona sensible» una de las zonas de mayor concentración de actividad de la flota española, situada más al sur del área de cría.
Por todo ello, el ministro ha afirmado que no se debe confundir el problema de selectividad de tallas con el derecho que tienen todos los buques comunitarios a acceder a todas las aguas comunitarias, sin que se reserve parte de dichas aguas en beneficio exclusivo de uno o varios Estados miembros.
España considera inaceptable la creación de un nuevo «box» para nuestra flota, pero sí apoyaría la adopción de medidas técnicas de veda para la protección de los juveniles de merluza, aplicables sin discriminación por razón de nacionalidad a todas las flotas implicadas.
REGIONES ULTRAPERIFERICAS
Por último, Miguel Arias ha hecho referencia a los párrafos del contenido de la propuesta sobre las regiones ultraperiféricas. España podría aceptar, como excepción al principio de libre acceso de todas las flotas comunitarias a las aguas de otros Estados miembros, la reserva del acceso a las 50 millas para todas las especies, incluidas las altamente migratorias, para las flotas locales de Azores, Madeira y las Islas Canarias, por razones socioeconómicas.
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