El Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea ha aprobado, tras tres días de negociaciones, los totales admisibles de capturas (TACs) y cuotas de pesca para el año 2004. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, ha defendido durante todo el proceso negociador la necesidad de fijar unas posibilidades pesqueras sostenibles, sin causar graves perjuicios socioeconómicos a la flota pesquera, y ajustadas a los criterios científicos. Este objetivo se ha conseguido, gracias a las mejoras introducidas en la propuesta inicial planteada por la Comisión, garantizándose, a su vez, la sostenibilidad futura de los recursos. De las posibilidades de capturas aprobadas el pasado viernes, es especialmente destacable el TAC para la merluza norte de 39.100 toneladas, de acuerdo con las tesis defendidas por España.
En la merluza, en lo que se refiere al stock norte, la delegación española no estaba dispuesta a aceptar sacrificios innecesarios para la flota dedicada a esta pesquería, dado que la situación biológica en la que se encuentra no es comparable a la del bacalao, que se haya en situación de colapso.
A la vista de la situación biológica del stock de merluza norte, cuya biomasa se encuentra ligeramente por debajo del límite de precaución, España ha apoyado un enfoque plurianual de gestión de esta especie a largo plazo. Se ha planteado un plan de gestión que se traduce en un incremento de una biomasa reproductora para el año 2004 del 1,5%, frente al 5% propuesto por la Comisión, habiéndose aprobado finalmente un TAC de 39.100 toneladas (frente a las 28.100 toneladas propuestas por la Comisión), capturas que estarán sujetas a mecanismos de control a bordo y en la descarga.
Respecto a la merluza sur, la Comisión proponía recortes del 50% de la mortalidad por pesca para este stock. Sin embargo, el ministro Arias ha defendido que este TAC se había venido reduciendo de manera significativa durante los últimos diez años y, de aplicarse la propuesta, la viabilidad y rentabilidad de esta pesquería se hubiera visto en peligro, afectando a cerca de 700 barcos de la flota costera y artesanal españolas, sobre todo si se hubiera aplicado el Anexo V, que planteaba un régimen restrictivo y discriminatorio del esfuerzo pesquero, con la posibilidad de faenar sólo 13 días al mes, opción que ha quedado descartada.
El Gobierno español comparte los objetivos y preocupaciones de la Comisión de un desarrollo sostenible y de la necesidad de recuperación de las especies, pero también es necesario tener en cuenta los efectos socioeconómicos. Por ello, España apoya el criterio de diseñar planes de gestión plurianual como objetivo para la recuperación de los stocks a niveles seguros, dentro de un horizonte temporal adecuado a la longevidad de cada especie, pero no comparte la necesidad de una recuperación inmediata, que causaría graves daños en la flota y no supondrían garantía de recuperación de los recursos.
Por todo ello, el Consejo ha atendido las reivindicaciones españolas y ha adoptado un TAC de 5.950 toneladas para la merluza sur, coherente con la aplicación de un futuro plan de recuperación, y al que se añadirían 900 toneladas correspondientes a la media reciente de capturas en el Golfo de Cádiz, excluidas de la recomendación científica de ICES.
La Comisión asumía, sin una justificación previa, que existía un elevado grado de asociación entre la merluza (ya sea en el stock norte o en el sur) con el gallo y el rape, proponiendo importantes recortes en las propuestas de TACs para estas especies, llegando a formular propuestas por debajo de las recomendaciones de ICES.
Esta situación no era aceptada por España, teniendo en cuenta que el STECF (Comité Científico de la Comisión) tiene un grupo de trabajo destinado a estas tres especies y que cuenta con datos de capturas por artes de pesca que, por si solos, demuestran que esta asociación es mínima y que no justificaban los recortes.
Por esa razón, en el caso de los stocks del norte de estas especies, el Consejo ha entendido que no era necesaria una reducción sustancial de los TACs, habiéndose aprobado para el gallo un total admisible de 20.200 toneladas y para el rape de 26.700 toneladas. En el stock sur de gallo se ha aprobado el TAC de 1.336 toneladas (frente a la propuesta de la Comisión de 1.059 toneladas), al igual que en el caso del rape, con un TAC de 2.300 toneladas (frente a la propuesta de la Comisión de 1.150 toneladas).
Respecto a la cigala, España ha defendido la necesidad de tener en cuenta las reducciones ya llevadas a cabo el pasado año (con un 50% en la zona VIII y el 25% en la zona IX), habiendo conseguido que finalmente se mantenga el TAC de 2003, siendo en la zona VIIIc (stock sur) de 180 toneladas y en la zona IXa (Golfo de Cádiz) de 600 toneladas.
Por otro lado, España ha defendido que no procede aplicar las disposiciones del anexo IV relativas a vedas para protección de la cigala, que se incluirán, en su caso, en los futuros planes de recuperación.
En el caso de la anchoa del Golfo de Vizcaya, la delegación española no aceptaba la propuesta de la Comisión de 11.000 toneladas, ya que consideraba que un TAC inferior al aprobado el pasado año solo conducía a que, si se da un año de buen reclutamiento, se prive de las capturas correspondientes a los pescadores españoles y franceses, provocando que el pescado muera, dado que se trata de una especie de un corto ciclo de vida.
Por este motivo, el Consejo ha aprobado mantener el statu quo, lo que supone un TAC de 33.000 toneladas, una cantidad que no aumenta el riesgo de colapso de la pesquería, teniendo en cuenta que, de acuerdo con la información científica más reciente, el reclutamiento para el próximo año será medio o alto. En el caso de la anchoa sur, el razonamiento expuesto ha sido el mismo que en la anchoa del Golfo de Vizcaya, habiéndose aprobado un TAC de 8.000 toneladas, frente a las 4.700 propuestas inicialmente por la Comisión.
Otra de lass especies que han centrado la atención de la delegación española en el proceso negociador el jurel, con un TAC de 55.000 toneladas del stock sur, frente a las 48.900 propuestas por la Comisión, y un TAC de 137.000 toneladas en el stock norte, frente a las 103.152 de la propuesta.
En relación con la regulación del fletán negro en NAFO, la Comisión proponía medidas más restrictivas que las acordadas en la reunión plenaria de NAFO, celebrada en Halifax, y que son precisamente las recomendaciones que la UE debería trasponer a la normativa comunitaria. España sólo aceptaba incorporar al Reglamento de TACs y cuotas el texto exacto aprobado en la reunión anual de NAFO, dejando a cada Estado miembro la asignación de su cuota entre sus buques, cuestión que también ha sido atendida en el Consejo.
En este sentido, se ha decidido que la comunicación de capturas a la Comisión no sea diaria, como pretendía la Comisión, y que los Estados miembros presenten una planificación de su actividad pesquera. Por otro lado, la delegación española ha reiterado que todavía está pendiente la respuesta de la Comisión de las medidas de acompañamiento al plan de recuperación de fletán negro en NAFO (tanto las relativas a recursos pesqueros como las medidas estructurales)
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