España mata más de 350.000 tiburones al año

El tiburón trozo, o jaquetón de Milberto (Carcharhinus plumbeus), es un tiburón que vive en aguas costeras y pelágicas en mares templados y tropicales, y catalogado como “casi amenazado” por la Lista Roja de la UICN (Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza). Esta especie es una de las 50 que habita en el mar Mediterráneo, pero muchas de éstas, como en todo el mundo, se encuentran en declive y algunas están severamente amenazadas de extinción.

Concretamente, España desempeña un importante papel en el descenso de las poblaciones de tiburón en todo el Planeta. La participación de su flota en la captura y el comercio internacional de productos de tiburón es superior a la de cualquier otra nación europea. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en 2005, España capturó casi 30.000 toneladas de tiburón, ocupando el quinto lugar del mundo y primer lugar europeo. En ese mismo año casi la mitad de las aletas congeladas en el mercado de Hong Kong, el principal consumidor mundial para este producto, provenía de este país.

“Bajo su imagen de depredadores feroces, los tiburones son animales extremadamente vulnerables a la sobrepesca”, ha dicho Xavier Pastor, Director de Oceana en Europa. “Hoy en día la flota palangrera española pesca tiburones en todas las aguas del mundo, desplazándose cada vez más lejos en la búsqueda de nuevos caladeros en los océanos Atlántico, Pacifico e Índico. De hecho, los tiburones se han convertido en especies objetivo para muchas flotas pesqueras europeas.”

Por su condición de superpredadores, los tiburones son un eslabón esencial de la cadena alimenticia de los océanos y esenciales para mantener la salud y el equilibrio de los ecosistemas marinos. La pérdida de estos depredadores conllevaría efectos muy negativos sobre el medio marino, incluyendo la desaparición de gran número de especies. Una de las principales causas del fuerte declive de las poblaciones de tiburones es la falta de gestión pesquera y limites de capturas. Oceana ha publicado un informe, Perseguidos por sus Aletas en el que se concluye que estas especies vulnerables, objetivo de pesquerías especializadas, tienen que ser gestionadas por un Plan de Pesca Europeo que permita una explotación sostenible y detenga el actual agotamiento de los tiburones pelágicos en los océanos de todo el mundo.

Las aletas de tiburón, exportadas al mercado asiático para la elaboración de la famosa “sopa de aleta de tiburón” se encuentran entre los productos marinos económicamente más valorados, y pueden alcanzar hasta 500€ por kilo. España exporta más aletas de tiburón que cualquier otro país europeo, y también es el país de la UE que más licencias tiene para la pesca y procesamiento a bordo de tiburones. Mientras otros países de la Unión Europa con altas tasas de capturas de tiburones han otorgado un numero de licencias para la pesca y procesamiento relativamente bajo (18 licencias en Reino Unido y 34 en Portugal, según los últimos datos disponibles en Oceana), España dispone de más de 180 barcos autorizados a hacerlo y muchos cientos más que los capturan accidentalmente.

Además, Oceana mantiene que la reciente visita del Secretario General de Pesca del Gobierno Español a Ecuador puede haber tenido que ver con la súbita y sorprendente relajación de las leyes de protección de tiburones que existían en ese país, lugar de tránsito de cargamentos de aletas y carne de tiburón dirigidos hacia España.

Oceana

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