El Consejo de Ministros de Pesca de la UE ha abordado la propuesta de Reglamento relativo al acceso a las aguas occidentales. La Comisión pretendía lograr un acuerdo que permitiera la aprobación de la propuesta o un acuerdo político que derivara en su posterior aprobación, sobre la base del ultimo texto elaborado por la Presidencia griega, a pesar de la fuerte oposición de España, Irlanda, Portugal y Francia.
Gracias a la intervención previa de España antes del Consejo, la Presidencia ha destacado claramente que sólo se trataba de informar sobre el estado de los trabajos porque es «prematuro alcanzar una decisión o siquiera un acuerdo político en este Consejo».
Además, la Presidencia ha retirado de la mesa su propuesta de compromiso al constatar profundas divergencias entre los Estados miembros y la Comisión.
Irlanda, la más favorecida por la propuesta en los términos actuales, y la Comisión han pretendido forzar un acuerdo sobre la base de los elementos propuestos por la Comisión, que incluyen la existencia de una zona biológicamente sensible alrededor de Irlanda. A pesar de ello, la presidencia ha insistido en que no era posible tal pretensión.
Portugal ha mostrado su desacuerdo con la apertura total de sus aguas a la flota española, por las consecuencias que ello podría tener para los recursos pesqueros.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias, ante las intervenciones de la Presidencia, la Comisión, Irlanda y Portugal, y tras explicar las principales prioridades de la delegación española, ha replicado que estamos lejos de lograr un compromiso y que se opone a que la comisión o la presidencia impongan uno que no cuente con nuestro acuerdo. También se ha manifestado contrario a la disolución de la política común de pesca y a la renacionalización de las aguas de cada Estado miembro.
Asimismo, el ministro ha reafirmado que la Política Común de Pesca existe en la medida que existen las aguas comunitarias, a las que deben tener acceso las flotas de todos los Estados miembros.
Ante las amenazas irlandesas de riesgos de conflictos en la mar, el ministro Arias ha recordado que hasta la fecha no se han producido conflictos, precisamente gracias a la actitud responsable del Gobierno y de la flota españoles.
Respondiendo específicamente a la delegación portuguesa, el ministro ha reiterado su voluntad de llegar a un acuerdo político una vez se hayan salvado los principios básicos del derecho comunitario, tales como la no discriminación por razones de nacionalidad y el acceso a las aguas de otros Estados miembros en condiciones de igualdad.
Por otro lado, Miguel Arias ha manifestado que España mantiene con Portugal unas inmejorables relaciones de buena vecindad que no se verán alteradas por este proceso de debate.
Finalmente, resistiendo todos los intentos de la Comisión, la Presidencia ha decidido que se continúe con la discusión a nivel técnico para avanzar en el proceso y alcanzar una decisión definitiva.
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