España se propone presentar un estudio sobre la mejor regulación del arrastre de fondo tanto en aguas nacionales como internacionales, a la vista de la Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que prevé una revisión de las acciones emprendidas en un plazo de dos años, esperando que la Comunidad internacional asuma con seriedad este mismo compromiso.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se muestra muy satisfecho por la atención e interés que ha despertado este año el debate de la Resolución de Naciones Unidas sobre pesquerías y el seguimiento que del mismo están haciendo los medios de comunicación, la sociedad civil a través de las Organizaciones No Gubernamentales y el propio sector pesquero.
En el debate sobre esta Resolución que se adopta todos los años, se ha presentado una propuesta de prohibición de arte de pesca de arrastre de fondo en aguas internacionales, por parte de ONGa través de países presentes en la Asamblea General. La protección del medio marino es una inquietud permanente de este Ministerio, puesto que lógicamente sin la protección integral del ecosistema marino se acaban los recursos y el sector y las comunidades pesqueras pierden su medio de vida.
España y la Unión Europea han sido, desde la adopción de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, firmes valedores de la cooperación entre todos los Estados para la constitución de Organismos reguladores de las pesquerías, tanto en aguas jurisdiccionales como en alta mar. Según el Derecho del Mar vigente, son estas Organizaciones Regionales de Pesca las que están facultadas sobre la mejor base científica, para regular las actividades pesqueras tanto en la zona económica exclusiva como en la de alta mar. Es evidente que estas Organizaciones Regionales de Pesca se han ocupado y se ocuparán cada vez más de la protección de los ecosistemas marinos más vulnerables incluyendo montañas marinas y corales de agua fría.
En lo que respecta a las aguas sobre las que España tiene jurisdicción plena, se ha prohibido el arrastre de fondo en torno a las Islas Canarias y se han establecido severas limitaciones en la legislación nacional para el arrastre de fondo con fanerógamas marinas en aguas de menos de 50 metros de profundidad. Cabe destacar igualmente el establecimiento de Reservas Marinas con una protección especial principalmente en el Mediterráneo, donde existen nueve de estas reservas y dos parques naturales marinos.
Sobre la flota española que pesca en aguas lejanas, hay embarcaciones españoles presentes en el Mar de Barents, Atlántico noroccidental, Mar de Irminger y Hatton Bank, Atlántico suroccidental y Mar Mediterráneo. La adopción de medidas nacionales es muy importante pero carece de efectividad sino va acompañada de otras medidas a escala internacional. En este sentido, hay que recalcar que todos los buques españoles en aguas lejanas no pueden realizar sus actividades pesqueras sino disponen de un permiso temporal de pesca concedido por el MAPA condicionado al cumplimiento de una serie de medidas sobre tallas mínimas, luz de malla, topes de capturas, acotamiento de caladeros, vedas espacio-temporales, entre otras.
Estas normas se introducen a las embarcaciones españolas como resultado de las medidas de conservación adoptadas en las Organizaciones Regionales de Pesca correspondientes y por las propias aportaciones que la Secretaría General de Pesca Marítima adopta en consulta con el Instituto Español de Oceanografía (IEO).
El IEO colabora estrechamente con campañas de investigación pesquera en el Mar de Barents, todo el Atlántico Norte, en el Atlántico Sur y en el Mar Mediterráneo. Este Instituto mantiene ininterrumpidamente un programa de observadores científicos a bordo de las embarcaciones españolas con el fin de asesorar a la Secretaría General de Pesca Marítima sobre las mejores medidas reguladoras.
A pesar de que España debe ser muy sensible a todas las propuestas que se dirijan al mantenimiento de la biodiversidad en alta mar, también hay que ser consciente de que el arrastre de fondo en alta mar en 2001 supuso unas capturas de todas las flotas mundiales de alrededor de 200.000 toneladas, lo que representa únicamente un 0,2 % de todas las capturas mundiales de ese año, según la FAO (83,7, millones de toneladas). Por lo tanto, el mayor esfuerzo para la regulación del arrastre de fondo debe hacerse por los estados costeros en sus aguas jurisdiccionales que es donde se captura el 90 % de los recursos pesqueros.
Según la opinión del MAPA, las pesquerías en aguas internacionales deben mantenerse reguladas por las Organizaciones Regionales de Pesca que, con un adecuado seguimiento científico, pueden proporcionar una actividad pesquera sostenible y no causar daños ecológicos ni destruir ecosistemas especialmente sensibles.
MAPA