El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha expresado ante diversas instancias, y en particular ante el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, su respuesta a las recientes recomendaciones de la Asamblea General de Naciones Unidas para proteger los ecosistemas marinos vulnerables.
La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó en 2004 una Resolución sobre actividades pesqueras en la que mostraba su preocupación por el impacto de las pesquerías en ecosistemas como montañas marinas, corales de agua fría y cañones hidrotermales. Se emplazaba a un conjunto de grupos de trabajo técnicos para presentar en 2006, propuestas de regulación y protección.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación respondió con prontitud a tal preocupación solicitando al Instituto Español Oceanográfico (IEO) la elaboración de informes y estudios que determinaran el impacto de la flota española sobre los ecosistemas marinos vulnerables. Asimismo y con el fin de adelantarse a tales estudios se han preparado dos campañas específicas en áreas donde trabaja la flota española:
– La realización de una campaña oceanográfica-pesquera en el caladero de Hatton Bank, por parte del buque Vizconde de Eza, que se llevará a cabo el próximo mes de octubre
– La realización de campañas anuales en la zona del océano Atlántico suroccidental, entre el IEO y la Secretaría General de Pesca Marítima.
Unido a estos trabajos de índole puramente científico, la Secretaría General de Pesca Marítima presentó ante las instituciones europeas, el proceso consultivo informal de Naciones Unidas y ante los principales países pesqueros (Japón, EE.UU, Comunidad Europea, Noruega, Islandia, Australia…) su propia posición sobre el arrastre de fondo en Alta Mar.
Se ha adoptado por parte de la SGPM una posición cautelar por la cual se establece que en aquellas áreas de aguas internacionales donde no se haya creado una Organización Regional de Pesca (ORP), sólo se permitirá el ejercicio de la pesca con arrastre de fondo previo informe científico que determine la inexistencia de un ecosistema marino vulnerable.
Allí donde exista una ORP, España respaldará la regulación que establezca las condiciones precisas de la actividad pesquera, y en particular el arrastre de fondo, que sea respetuosa con los ecosistemas marinos.
Cabe señalar que el paso dado por España suspendiendo las actividades pesqueras sobre la información científica disponible y caso por caso, no ha sido dado por el momento por ninguna potencia pesquera mundial. Los informes científicos que se elaborarán por el IEO y por la propia SGPM en sus campañas oceanográfico-pesqueras, permitirán disponer de una gran base científica para la más amplia protección del ecosistema marino.
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