Los planes de ayuda a las personas más necesitadas de la Unión Europea, tienen su origen en las olas de frío que azotaron Europa en 1986 y 1987. Entonces la Comisión Europea decidió hacer uso de los productos almacenados en los organismos de intervención de los Estados miembros, para transformarlos en alimentos destinados a las capas más desfavorecidas de la sociedad.
El éxito de la medida, hizo que pasara de ser una acción coyuntural a convertirse en una actuación permanente, con planes anuales que persiguen un doble objetivo, reducir las existencias de productos en poder de los organismos de intervención adquiridos en el marco de la Política Agrícola Común y proporcionar alimentos de forma gratuita a las personas más necesitadas de la Comunidad.
A través de estos planes anuales, se establecen los productos procedentes de los almacenes de los organismos de intervención de la Unión Europea (UE), que serán utilizados como medio de pago para la elaboración de productos alimenticios transformados, listos para ser distribuidos para su consumo.
Debido a la acusada disminución de productos almacenados en los organismos de intervención de la UE en estos últimos años, el Plan 2008 presenta la novedad de que la Comisión Europea, en lugar de poner productos de intervención a disposición del Plan, proporciona los medios económicos equivalentes para hacer frente a la adquisición de los productos alimenticios que serán distribuidos entre las personas más necesitadas.
En el caso concreto de España, el Reglamento de la Comisión contempla una asignación directa de 45 millones de euros para la adquisición de alimentos con destino a las personas más necesitadas. Asimismo, contempla la asignación de 6.500 toneladas de azúcar en poder del organismo de intervención español, para canjearlas por alimentos elaborados.
Esta dotación se destinará a la compra de alimentos que pertenezcan a la gama de productos que tradicionalmente han constituido las existencias de los organismos de intervención, como cereales, mantequilla, arroz y azúcar. Esta cantidad se desglosa en 32.030.700 euros, para la compra de alimentos derivados de leche desnatada en polvo, tales como leche UHT, batidos, leche de continuación infantil, queso fundido, natillas y arroz con leche.
Además, se destinará 11.144.100 euros, para la compra de alimentos que contengan principalmente cereales, tales como galletas, cereales para el desayuno, pasta alimenticia y harina, mientras que 1.800.000 euros serán para la compra de alimentos derivados de arroz, como arroz blanco y arroz vaporizado.
Aproximadamente se repartirán por todo el territorio nacional, unos 30 millones de kilogramos de alimentos, preparados para ser consumidos, de los que se beneficiarán casi un millón de personas necesitadas a través de unas aproximadamente 6.000 entidades benéficas.
Para el conjunto de la UE, el Plan 2008 tiene un presupuesto de 294,5 millones de euros y en él participan 19 Estados miembros. España es el segundo país, por detrás de Italia, que más recursos financieros recibe, con 50,4 millones de euros (45 millones de euros más el valor de las 6.500 toneladas de azúcar), lo que supone un 17,12 por ciento del presupuesto total de la UE para esta medida.
El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) es el organismo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación encargado de la puesta en marcha de este Plan en España. Las licitaciones para la adquisición de los productos alimenticios que serán objeto de distribución tendrán lugar en el transcurso de este último trimestre de 2007.
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