“No estamos pensando sólo en el mercado, sino también en los hombres y mujeres que viven en el medio rural”, afirmó el Subsecretario de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de España, Santiago Menéndez de Luarca, al explicar la estrategia de desarrollo rural de España.
La estrategia se basa en cuatro ejes: el fomento del conocimiento y la mejora del capital humano; el desarrollo y la utilización sostenible de recursos naturales; la diversificación económica en el medio rural (agricultura, turismo, etc); y el enfoque Leader, donde el protagonismo no lo juegan las administraciones sino los grupos de acción local, formado por agricultores, mujeres rurales, jóvenes emprendedores, entre otros, eligiendo ellos mismos los proyectos a financiar.
El Subsecretario español destacó la importancia de que cada país construya su propio modelo de desarrollo territorial, basado en sus propias características. “Las copias no dan buenos resultados”, dijo Menéndez de Luarca, añadiendo que le interesaba compartir la filosofía que sostenía el modelo español de desarrollo territorial.
La participación social es esencial en las políticas públicas
El rol protagónico de la sociedad civil en la formulación, implantación y monitoreo de políticas públicas para impulsar el desarrollo territorial fue reafirmada por el Ministro de Desarrollo Agrario de Brasil, Guilherme Cassel.
“Yo no creo en el éxito de políticas públicas sin la participación y el control social. Si tenemos algún éxito en las políticas públicas para la agricultura familiar y reforma agraria en Brasil es porque todas las políticas son construidas y ejecutadas conjuntamente con los movimientos sociales”, afirmó el ministro, responsable por la estrategia Territorios de la Ciudadanía.
La estrategia involucra 22 ministerios y se articula con las otras esferas de gobierno y la sociedad civil para combatir la pobreza rural haciendo que los recursos públicos lleguen primero a los territorios más necesitados, considerando las distintas poblaciones que viven en el medio rural (pequeños productores, indígenas, descendientes de esclavos, etc), y las desigualdades existentes entre las distintas regiones del país y en el medio rural.
Durante el seminario, el Ministro de Desarrollo Agrario brasileño también firmó junto el Representante del Ministerio de las Relaciones Exteriores brasileño, Milton Rondó, y el Director Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva, el Plan de Trabajo Brasil-FAO para apoyar la participación de los actores sociales en los procesos de formulación, implantación y monitoreo de las políticas públicas orientadas al sector rural.
El Seminario sobre innovaciones en las políticas de desarrollo territorial continuó los debates realizados los días 15 y 16 en la FAO sobre la institucionalidad agropecuaria y rural en los países de América Latina y el Caribe.
“Los países de América Latina y Caribe han demostrado gran creatividad en la construcción de su institucionalidad agropecuaria y rural. El mundo ha cambiado en los últimos años y es un buen momento para que los países vuelvan a ser creativos al repensar las políticas y estructuras necesarias para promover el desarrollo”, afirmó Martín Piñeiro, resaltando que no se propone una vuelta al Estado interventor sino a un Estado articulador de los esfuerzos del conjunto de la sociedad y regulador.
Los debates realizados apoyarán la construcción de una nueva agenda para el Grupo Interagencial sobre Desarrollo Rural, en la que participan AECID, Banco Mundial, BID, CEPAL, FAO, FIDA, GTZ, IICA y USAID, y que se reunió este fin de semana pasado en las dependencias de la Oficina Regional de la FAO en Santiago de Chile.
“América Latina y el Caribe pueden jugar un rol histórico en la seguridad alimentaria y nutricional, por su abundancia relativa de tierras y aguas”, afirmó la Jefa de la Unidad Agrícola de la CEPAL, Martine Dirven.
FAO