La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, ha defendido la responsabilidad de la Administración Pública, bien sea europea, nacional o regional, derivada de su propia función y de la confianza que tiene el consumidor en las instituciones, en las actuaciones relativas a asegurar la protección y calidad de los productos agroalimentarios.
En el debate abierto por la presidencia holandesa sobre «La imagen Pública de la Agricultura: ¿ de qué es responsable cada cual ?» , que se celebra en Noordwijk , Elena Espinosa ha señalado que en la medida en que se incrementen los sistemas de protección y aseguramiento de la calidad se estará contribuyendo al objetivo común de lograr una agricultura sostenible, competitiva y con mayor aceptación social.
En cuanto a la confianza de los consumidores, la Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación ha afirmado que las respectivas Agencias de Seguridad Alimentaria de los distintos Estados miembros deben velar porque los productos comercializados en el territorio comunitario sean sanos y seguros, así como por el cumplimiento de los requisitos exigibles a los operadores privados.
Esta responsabilidad, en opinión de Elena Espinosa, no puede ser delegada pero si compartida con los agentes privados a través de la legislación. Según, la Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación los gobiernos pueden garantizar la confianza de los consumidores en los sistemas privados mediante una política informativa eficaz de los sistemas de Certificación, una materia en la que se está trabajando activamente en España.
En este sentido, Elena Espinosa ha recordado que España fue uno de los países impulsores en la adopción de los Reglamentos comunitarios de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas, de Certificación de Características Especificas y de Método de Producción Ecológica.
La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación ha subrayado que la inspección y el control son elementos clave en la Certificación así como la importancia de la supervisión por parte del sector público de los organismos de control privado que actúan para asegurar que los productos cumplen las especificaciones señaladas en cada reglamento.
Por último, Elena Espinosa, ha considerado que debe buscarse un equilibrio en el reparto de responsabilidades en el que se deberá tener en cuenta la situación internacional del mercado alimentario y las particularidades de los Estados miembros. Así, debe existir un desarrollo normativo nacional de las medidas que ponga en marcha la UE, atendiendo a las características climáticas, culturales o regionales singulares de los diferentes Estados miembros de la Unión Europea.
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