En declaraciones a los medios al término de su participación en un seminario en el Parlamento Europeo sobre criterios de calidad de los alimentos, Espinosa subrayó que «nunca nadie ha podido demostrar» las acusaciones de que los contingentes de tomate que Marruecos exporta al mercado de la UE no cumple las normas sanitarias.
«Por tanto, el tomate que entra cumple las mismas exigencias en cuanto a seguridad alimentaria», continuó la ministra, que sí admitió que queda por aclarar «cómo lo hacen» y en este sentido pidió «reciprocidad» a las autoridades marroquíes.
En cualquier caso, indicó que cualquier país tercero que firma un acuerdo con la Unión Europea debe respetar la «equivalencia» con los acuerdos de la UE, de modo que «el resultado final no pueda causar ningún daño al consumidor ni al medio ambiente».
La ministra explicó que «la diferencia más importante» radica en que los productos comunitarios deben cumplir estos estándares durante el proceso de trazabilidad, a lo largo de toda la cadena, mientras que los alimentos de países terceros «no tienen esa obligación» y sólo importa el «resultado final».
Europa Press