La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha destacado la necesidad de promover la disponibilidad y utilización sostenible de estos recursos para las generaciones presentes y futuras
La Ministra Elena Espinosa ha afirmado en el encuentro ministerial celebrado con motivo de la 1ª Reunión del Órgano Rector del Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA), que estos recursos constituyen la base de la biodiversidad agrícola, y por lo tanto es clave para la seguridad alimentaria de la Humanidad, así como de las generaciones posteriores, en consonancia con el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Para la Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, los recursos fitogenéticos son fundamentales para el hombre, además de ser una parte importante de nuestra herencia cultural y sin embargo, se están perdiendo recursos agrícolas como consecuencia de la adopción de una agricultura tecnificada, con altos rendimientos, que aporta claros beneficios obvios, pero desplaza prácticas antiguas que utilizaban las variedades de uso tradicional.
Estas variedades modernas comerciales, de amplia adaptación y gran productividad, pero de estrecha variabilidad, tendrán que responder a retos futuros impredecibles, como resistencias a plagas, sequías, erosión del suelo o las enfermedades de las plantas, e incluso a la producción de sustancias que puedan ser solicitadas en los mercados futuros.
Elena Espinosa ha destacado que la necesidad de conservar adecuadamente los recursos fitogenéticos aumenta si tenemos en cuenta que hoy en día la agricultura depende de un número relativamente escaso de cultivos; en todo el mundo, solo unos 150 cultivos alcanzan un nivel importante, y lo que resulta más alarmante es que el 90% de la alimentación mundial está basada en sólo unas 30 especies vegetales y unas docenas de variedades.
Según ha recordado la Ministra del MAPA, durante más de 40 años se han sucedido las reuniones y actividades promovidas por la FAO, que han tenido por objeto solventar problemas técnicos relacionados con la conservación en sí, pero también promover la disponibilidad y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para las generaciones presentes y futuras, tal y como se recogía en el Compromiso Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de 1983.
Entre los objetivos de este Tratado Internacional se encuentra el regular el acceso a los recursos fitogenéticos y procurar un justo y equitativo reparto de los beneficios derivados de su utilización. Para ello, se ha establecido por primera vez un sistema multilateral de acceso a los mismos. Además, el Tratado también establece una Estrategia de Financiación y enumera las especies sobre las que se aplicará este sistema multilateral.
En palabras de la Ministra, esta primera Reunión del Órgano Rector del Tratado brinda la oportunidad de destacar la importancia del Tratado Internacional para alcanzar la seguridad alimentaria a nivel global y contribuir a la erradicación de la pobreza, a través de la agricultura y el desarrollo sostenible.
Durante este Segmento Ministerial el Tratado Internacional se enfrenta a diversos retos, incluyendo la importancia de su pleno desarrollo y aplicación para alcanzar los Objetivos del Milenio, la necesidad de conseguir una amplia participación, así como la cooperación con otros foros y sectores en el logro de objetivos comunes, en particular para asegurar que esta generación pueda acabar con el hambre, y para conseguir que nuestro precioso patrimonio – la diversidad genética vegetal para la alimentación y la agricultura – se conserve para las generaciones futuras.
Por último, la Ministra destacó su interés en que el Segmento Ministerial apruebe la Declaración Ministerial que se ha elaborado previamente a la reunión y en la que han participado representantes de todos los grupos regionales de la FAO, y concretamente de los países que ya han ratificado el Tratado, ya que ello indicará que se comparte un objetivo común del uso sostenible y la conservación de los recursos fitogenéticos para la agricultura y la alimentación, y el reparto justo y equilibrado de los beneficios derivados de tal uso
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