Espinosa asegura que la OCM de frutas y hortalizas debe mejorar la competitividad

Otra medida de importancia el mantenimiento de unos mecanismos que fomenten la transformación de productos, especialmente para los que pueden destinarse, alternativamente, al mercado de frescos o a transformación.

La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, ha asegurado en el Congreso de los Diputados que los cambios que se produzcan en la reforma de la OCM de frutas y hortalizas deben ir en la línea de mejorar la competitividad del sector y en favorecer una mayor concentración de la oferta.

Elena Espinosa ha considerado como otra prioridad introducir una flexibilización de la constitución y utilización de los fondos operativos por parte de las organizaciones de productores, con financiación comunitaria al 50%.

En cuanto a la flexibilización, sería conveniente que la parte del fondo aportada por la organización de productores sea realizada de acuerdo con lo que determinen sus órganos soberanos, en lugar de que las aportaciones sean realizadas obligatoriamente de manera individual por los asociados, tal como actualmente se recoge en la reglamentación del Consejo.

Respecto a la utilización de los fondos, la Ministra ha afirmado que hay que realizar actuaciones en común, llevadas a cabo por un conjunto de organizaciones de productores o por asociaciones de organizaciones de productores, así como para mejora de la calidad, ya que es la forma de responder al poder de negociación y a las condiciones de los suministros que plantean los compradores.

Según la Ministra, otro de los aspectos que debería mejorarse es el que se refiere a la gestión de crisis y que debería hacerse a través de instrumentos complementarios. De esta forma, debería instaurarse un sistema de regulación de la oferta mediante medidas preventivas a aplicar antes de que se presenten las crisis que provocan las caídas de precios.

En este sentido es conveniente que estas operaciones sean realizadas por las propias organizaciones de productores y sus asociaciones con apoyo financiero de la OCM, lo que implica una optimización del presupuesto actual, dando prioridad a incentivar medidas dirigidas a mejoras de la competitividad y a la solución de crisis de mercado.

Además, aseguró la Ministra, es importante mantener en la OCM unos mecanismos que fomenten la transformación de productos, especialmente para productos que pueden destinarse, alternativamente, al mercado de frescos o a transformación.

Para Elena Espinosa hay que dar un tratamiento individualizado a los distintos productos, dada la gran diferencia que existe entre ellos. Así, en el caso de las frutas (cítricos, melocotón y peras) sería necesario mantener el sistema actual que se basa en que las ayudas están vinculadas a la transformación del producto, y, sin embargo, en el caso del tomate, la regulación actual no está funcionando de la misma forma, por lo que debería cambiarse.

Estos criterios, que comparten otros Estados Miembros, han sido trasladados a la Comisión Europea mediante un memorando y fueron solicitados a la Comisaria de Agricultura de la Unión Europea durante su visita España. Por una parte, mantener en frutas y hortalizas frescas la situación actual con los ajustes y mejoras necesarias, centradas, sobre todo, en la potenciación de los Fondos Operativos y en instaurar mecanismos adecuados de solución de crisis. Y, por otra, resolver la situación del tomate (campaña 2007) y distinguir entre frutas y hortalizas en lo que se refiere a los productos transformados.

Elena Espinosa recordó que la actual OCM fue aprobada en el año 1996. La Comisión decidió que se presentaría una nueva propuesta de reforma para finales de 2006, una vez que se conozcan los resultados de los estudios de impacto que se están realizando y que se prevé que estarán finalizados en otoño de este año.

En los próximos días se procederá a analizar con las Comunidades Autónomas y con las Organizaciones Agrarias un documento presentado por la Comisión el 18 de mayor de 2006, con el fin de alcanzar posiciones comunes que permitan responder a las necesidades reales del sector y para fijar los planteamientos que defenderá la delegación española en el seno de las discusiones que se van a realizar en la Unión Europea

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