Estudio de la FAO y el Banco Mundial

Mientras la inversión internacional en agricultura registra una bajada sin precedentes y más del 70 por ciento de los pobres del mundo viven en zonas rurales, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Banco Mundial anunciaron ayer la publicación de un estudio de importancia capital sobre el futuro de la agricultura en los países en vías de desarrollo.

Con la ayuda de un atlas electrónico de los sistemas de explotación agrícola, el estudio pone de relieve que es imposible dar una respuesta efectiva a las necesidades y prioridades de los campesinos y de sus familias sin haber entendido antes el mundo en que viven y la infinidad de decisiones que tienen que tomar cada día. Los resultados del estudio han contribuido a actualizar la Estrategia de Desarrollo Rural del Banco Mundial.

El libro facilita a las instituciones financieras internacionales y a los gobiernos nacionales las herramientas que sirven de ayuda en este proceso, identificando las opciones abiertas a los campesinos pobres en más de 70 sistemas diferentes en todo el mundo. Se han analizado detalladamente 20 de esos sistemas que son el medio de vida de casi 2.000 millones de agricultores y de sus familias, alrededor del 80 por ciento de la población agrícola de los países en desarrollo.

Las opciones de desarrollo pueden diferir mucho entre un sistema y otro. En algunos, los agricultores pueden esquivar la pobreza intensificando o diversificando su producción. En otros casos, el incremento de las ofertas de empleo no ligadas a la agricultura en el sector rural, ha demostrado ser el mejor sendero para salir de la pobreza y, en algunos de los sistemas más pobres, muchas familias de agricultores abandonarán inevitablemente sus hogares en pos de una vida mejor en la ciudad. La viabilidad y el atractivo de estas diferentes opciones depende no tanto de la provincia, estado o incluso país en el que viven los agricultores sino más bien de la naturaleza del sistema agrícola en que viven.

John Dixon, especialista de Sistemas de Explotación Agrícola de la FAO, explica la fuerza propulsora del estudio: «En nuestra familia global, una de cada cinco personas vive en extrema pobreza y más de 800 millones están subnutridas. De ahí que el interés primordial del Banco Mundial y de otros organismos de desarrollo se centre ahora en hacer que la pobreza bata en retirada. El enfoque de los sistemas de explotación agrícola les ayudará a fijar sus prioridades para la inversión en seguridad alimentaria, reducción de la pobreza y crecimiento económico mediante la financiación de un desarrollo agrícola de amplia base que alcance y beneficie a las familias de agricultores en pequeña escala más pobres y más hambrientas». Dixon es autor junto a Aidan Gulliver, economista agrícola de la FAO y a David Gibbon, consultor, del volumen «Sistemas de explotación agrícola y pobreza: Mejorar el nivel de vida en un mundo que cambia».

La FAO retiene que los pequeños agricultores producen buena parte de los alimentos de los países en vías de desarrollo. Y sin embargo, en general, son mucho más pobres que el resto de la población en esos países. Las prioridades del desarrollo agrícola se han centrado en los últimos tiempos en el ajuste estructural y en la reforma económica. A pesar del crecimiento económico y del aumento de la producción de alimentos, el nivel de pobreza sigue siendo muy elevado en el Sur de Asia y aumenta de forma alarmante en Africa. Para reducir la pobreza es fundamental prestar un interés redoblado a la diversificación de los niveles de agricultura y al crecimiento de los ingresos no relacionados con ella para complementar la intensificación de los modelos de producción existentes.

El material del libro deriva de un estudio emprendido en principio a petición del Banco Mundial para facilitar una perspectiva agrícola específica a la revisión de la Estrategia de Desarrollo Rural de ese organismo. Se basa en los muchos años de trabajo especializado dentro de la FAO y del Banco Mundial, así como de diversas instituciones nacionales e internacionales. Los datos que presenta el libro están fundados en más de 20 estudios de casos de todo el mundo, que analizan enfoques innovadores para el desarrollo de la pequeña agricultura y el pastoreo.

En el prólogo del Atlas, el Director General de la FAO, Jacques Diouf y el Presidente del Banco Mundial, James D. Wolfensohn, recuerdan que el libro está destinado a un público muy amplio. «Esperamos que los responsables de las políticas, los investigadores, las organizaciones no gubernamentales y el sector de los negocios agrícolas encuentren interesantes y capaces de suscitar nuevas ideas las sugerencias y hallazgos presentados. Esperamos también que prosigan los análisis descritos aplicando este enfoque a nivel nacional para cooperar en la formulación de estrategias de desarrollo rural».

FAO

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