El Ministerio de Justicia brasileño, ha puesto en vigor las reglas de etiquetado de alimentos que contengan ingredientes genéticamente modificados, para los destinados tanto al consumo humano o como al animal. El PROCOM (Organismo de Protección al Consumidor) y sus delegaciones en los Estados serán los responsables de la inspección y verificación del etiquetado de los productos. Este mismo Organismo podrá incluso tomar muestras para analizar en los laboratorios la posible presencia de transgénicos.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) también se integra en esta inspección, dado que es el organismo brasileño que tiene el poder de inspeccionar los procesos de producción en la propia industria. ANVISA no ha demostrado interés en esta inspección por considerar que los transgénicos no representan peligro para la salud.
Para el Representante de Greenpeace en Brasil, esta nueva legislación y control es “una falta de respeto a los consumidores” y hace que la industria de alimentos dude sobre si debe o no comprar soja para la elaboración de sus productos. De momento, ningún alimento podrá ser comprado en los mercados de Brasil con etiquetado donde no se especifiquen las características definidas por el Gobierno. La Asociación Brasileña de Industrias de Alimentos (ABIA), que defiende los transgénicos, no se ha manifestado al respecto, afirmando que “los alimentos industrializados que contengan más de un 1% de ingredientes que provengan de modificación genética en su composición final, firmada por un laboratorio oficial, pasarán a tener un símbolo en sus rótulos”.
El Símbolo sería una “T” en negro, dentro de un triángulo con fondo amarillo, que ya fue aprobado por el Ministerio de Justicia el año pasado. Serán sancionados los productos que omitan en sus embalajes este símbolo oficial, así como la frase “producto transgénico”, aquellos que no indiquen el nombre del ingrediente o ingredientes transgénicos o “producto producido a partir de producto transgénico”. La industria no podrá usar en sus embalajes las siglas OGM, dado que los consumidores no conocen estas siglas
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