La rugosidad del suelo expresa las elevaciones superficiales del mismo. Su importancia reside en que es uno de los parámetros que sirven para determinar su estructura y erosión potencial, entendiendo por “erosión”, la remoción del material terrestre, en superficie o a escasa profundidad, por acción del agua (erosión hídrica) o del viento (erosión eólica).
Esto hace que la medición de la rugosidad sea crucial para entender los procesos erosivos a los que se ven sometidos los suelos, y en ello han trabajado investigadores del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM) de la Universidad Politécnica de Madrid.
Los mayores retos para llevar a cabo dicha medición residen en las dificultades para evitar la interacción con el terreno, la sensibilidad de los instrumentos de medida en las condiciones de campo y las escalas milimétricas que son necesarias. También es importante que la tecnología empleada sea fiable para que represente la realidad con la mayor fidelidad posible. Otro reto es el económico, pues aunque el uso de tecnologías emergentes facilita la obtención de resultados, sus costes se incrementan considerablemente.
En este contexto, esta investigación(*) ha tenido como metas principales estudiar y desarrollar un método de toma de datos e interpretación de la rugosidad que fuera de bajo coste, fiable y adaptable a las diferentes condiciones de estudio, tanto de campo como de laboratorio.
Asimismo, se ha trabajado en la simplificación de la metodología de toma de datos y cálculo para facilitar las tareas dado que, aunque la mayoría de los métodos no presenta problemas en laboratorio, tiene graves inconvenientes cuando se trabaja en el campo, en condiciones reales, dificultando el objetivo para el que realmente se han creado.
El nuevo método se ha denominado de análisis de sombras, generadas debido a la rugosidad del suelo, y se basa en una medición por medio de fotos digitales.
Para la aplicación del método de análisis de sombras se realizaron fotografías de las parcelas con una cámara digital. Dicha cámara se dispuso de forma que la lente estuviera colocada casi paralelamente a la superficie a fotografiar a una altura de 1,60 m y de forma que se abarcara toda la superficie del marco de referencia que medía 85 cm x 65 cm.
Este nuevo método se ha contrastado con otros dos existentes, evaluando diferentes tipos de suelo sometidos a varios métodos de alteración de la rugosidad superficial del suelo con diferentes labores: el método tradicional de varillas, que requiere mucho tiempo y es muy laborioso y el método basado en láser sin contacto, cuya prueba revela problemas sistemáticos de aplicación. Ambos métodos son bastante pesados para manejar en campo.
La conclusión de dicha comparación es que el nuevo método de sombras consigue su objetivo de facilitar y agilizar las medidas de la rugosidad superficial del suelo en el campo. A partir de la aplicación de diversos métodos de laboreo en diferentes tipos de suelo, los investigadores detectaron que la metodología desarrollada de análisis de sombras ofrece unos resultados comparables con los obtenidos por el perfilómetro de varillas, pero con tiempo de obtención unas 12 a 20 veces menor.
(*) Geoderma 146 (1-2): 201-208 Jul 31 2008. “Shadow analysis: A method for measuring soil surface roughness”. García Moreno, R.; Saa Requejo, A.; Tarquis Alonso, A. M.; Barrington, S.; Diaz, M. C.
UPM