UPA considera que durante los dos años de vigencia se ha demostrado que el certificado resulta totalmente ineficaz en su objetivo puesto que no aporta ninguna garantía adicional en el control de la enfermedad de las vacas locas (EEB) y por lo tanto es inútil que se mantenga.
UPA considera prioritario que el nuevo Real Decreto que regulará la vigilancia y control de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales – que sustituirá al R.D 3454/2000 de diciembre y que se encuentra en fase de borrador- suprima la obligatoriedad del requisito nacional, que no figura en la normativa comunitaria y que no ha aportado seguridad alimentaria alguna, ni ha mejorado los sistemas de control, pero sí ha supuesto un aumento de la burocracia y de los costes que soportan los ganaderos, afectando negativamente a la renta de los mismos.Como media, se están cobrando 15 euros por certificar un animal bovino. Desde su implantación el sector ha perdido en concepto de certificados veterinarios una cantidad que supera los 40 millones de €uros.
Por consiguiente, UPA solicita de nuevo al Ministerio de Agricultura que elimine los errores del pasado retirando sin condiciones un certificado que sólo ha contribuido a lograr la crispación del sector ganadero nacional.
UPA