Mañana se celebra el Día Mundial de la Mujer Rural, bajo el lema “exijamos el derecho al uso del agua potable”. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), se suma a la celebración de este día y exige el libre acceso y la democratización del uso del agua para más de 1500 millones de personas que carecen de agua potable en el mundo; hecho que les condiciona cualquier tipo de desarrollo humano y económico. Esta exigencia es determinante para las mujeres rurales del mundo, que son las principales usuarias dado que sobre ellas recae el suministro de agua para el hogar y el cuidado de los animales y plantas.
En la última Cumbre de la Tierra en Johannesburgo, se decidió realizar un ambicioso plan de abastecimiento y saneamiento de aguas para un importante número de personas, sin embargo son muchas las zonas rurales que continuarán ajenas a este derecho fundamental. Es imposible la existencia de asentamientos agrarios sin el acceso al agua y desde UPA reivindicamos un mayor esfuerzo de las Instituciones Internacionales para solventar este problema.
En España, país con déficit hídrico, el acceso al uso del agua ha sufrido cambios importantes en los últimos tiempos. La consideración del agua como bien público pierde su fuerza en normas como la Ley de Aguas en la que se permite comprar los derechos de uso; esto implica que el agua pasa a ser un bien de mercado, al que puede acceder el que más dinero tenga.
Este hecho, denunciado por UPA insistentemente, es un freno al desarrollo de las explotaciones familiares agrarias que no pueden competir económicamente con otras de mayor dimensión y menor interés en el desarrollo del medio rural. Las mujeres de UPA, agricultoras y ganaderas que trabajan en la explotación familiar agraria saben que el futuro de sus familias depende del acceso a medios de producción a precios razonables; sobre todo a un bien tan indispensable como es el agua.
En estos momentos, en los que se discute el futuro de la Política Agraria Común y las consecuencias de la reforma planteada por la Comisión; UPA exige un debate profundo en las distintas Administraciones en el que se escuche a los protagonistas del desarrollo agrario y rural. Si el 85% de las explotaciones de este país son explotaciones familiares agrarias, creemos que el futuro de la agricultura y ganadería españolas deben pasar por el refuerzo de esta figura y por el reconocimiento pleno de derechos de todos los trabajadores de la misma.
Para UPA, el medio rural no sobrevivirá sin agricultura y ganadería; y para eso es necesario proteger a las personas que trabajan en esta actividad; facilitándoles el acceso a los medios de producción y a toda una serie de servicios que hagan la vida en los pueblos y en las explotaciones familiares agrarias menos desigual respecto a otras actividades económicas y a las ciudades.
UPA felicita y se solidariza con todas las mujeres rurales del mundo, que día tras día luchan por mantener su medio natural vivo y productivo y por dotar a sus familias de alimentos y futuro. Aunque resulta difícil hablar de problemas generales entre las mujeres rurales de todo el mundo, cuando existen gravísimos desequilibrios sociales, territoriales y económicos, no es menos cierto que siempre nos unen más cosa que nos separan y en este caso, algo tan importante como el derecho universal al uso del agua potable.
Upa