OLICAMAN (Asociación Profesional de Productores del Sector Oleícola de Castilla-La Mancha) y OLEOMANCHA (Asociación Empresarial de Operadores de Aceite de Oliva de Castilla-La Mancha), que integran a la gran mayoría del sector productor y elaborador oleícola castellano manchego, reivindican, tras los iniciales debates de la OCM de Aceite de Oliva de la UE, la necesidad de que la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Agricultura comiencen a negociar un cambio en el sistema de ayudas al aceite de Oliva.
Tras el verano, la Comisión Europea debe hacer pública una propuesta de reforma del sistema de ayudas al aceite. Esto significa que en ámbitos europeos ya se está discutiendo y barajando alternativas que la Comisión tendrá muy en cuenta a la hora de presentar dicha propuesta, y a las que Castilla la Mancha no puede quedar ajena.
Desde Olicaman y Oleomancha existe una gran preocupación por los datos recientemente conocidos sobre la penalización en las ayudas que sufrirán los productores castellano-manchegos en la campaña 2001/2002: el anticipo tiene una penalización cercana al 52% de la ayuda, ya que se acaba de fijar para España en 63,75 Euros/Kilo de aceite, mientras que en Francia, Grecia y Portugal los oleicultores percibirán 130,40 Euros/Kilos.
Castilla-La Mancha cuenta con unas características climatológicas y edafológicas que hacen que el cultivo del olivar, en gran medida, sea de baja producción, provocando esta circunstancia que sea penalizado por las grandes producciones obtenidas en otras regiones, al superarse la cantidad nacional garantizada.
Por tanto, hablamos de que el sistema de ayudas actual provoca que el productor español cobre menos de la mitad por la ayuda que, por ejemplo, un productor griego en la campaña 2001/2002.
En los últimos años se ha venido sufriendo los desajustes que en la estructura y viabilidad productiva de las explotaciones de Castilla la Mancha la OCM actual provoca. Desde 1998 el olivar de Castilla la Mancha de baja producción ha sufrido fuertes penalizaciones en la ayuda a las que poco ha contribuido, y se abandonan las explotaciones más tradicionales y más sostenibles medioambientalmente hablando, al hacerse inviables económicamente.
Ayuda por hectárea para el olivar de baja producción
Todo ello ha llevado a OLICAMAN y OLEOMANCHA a manifestar que la reforma de la OCM debe incorporar, como petición más importante, la concesión de una ayuda por hectárea que garantice una rentabilidad mínima fija para poder cubrir los costes de cultivo en las zonas de olivar de baja producción. Esta se puede conseguir, o bien distribuyendo la ayuda mayoritariamente por superficie, o dentro de los fondos de la propia OCM reservando una parte del presupuesto español que se distribuya linealmente entre las hectáreas de baja producción.
En el año 1998, cuando se introdujo la ayuda por producción tal y como se conoce, desde la propia Comisión se reconoció que esta ayuda perjudicaría la rentabilidad de los olivares de baja producción como los que existen en grandes zonas de Castilla la Mancha. Por ello se prometió una compensación para el olivar de regiones como la nuestra, comparativamente mucho menos productivo que el de otras regiones. Estas ayudas cinco años después no han llegado, por lo que la nueva OCM debe contemplar un cambio en el sistema de distribución de las ayudas a los productores y este es el momento de empezar a trabajar por ello.
El sector oleícola castellano-manchego reclama la atención del nuevo/a responsable de la Consejería de Agricultura, para que urgentemente negocie con el Ministro Arias Cañete una posición de España ante la UE, que garantice la viablidad de nuestros olivares.
Olicaman