Expertos discuten sobre las enfermedades animales y sus impactos en el mercado

El encarecimiento de la carne y de los productos lácteos, los brotes de enfermedades animales y la inquietud de los consumidores por la calidad de los alimentos son el tema central de la XX sesión del Grupo Intergubernamental sobre la Carne y los Productos Lácteos que se inaugura hoy en Winnipeg (Canadá).

140 participantes, procedentes de 56 países, han acudido a este encuentro de cuatro días de duración organizado por la FAO y durante el cual responsables de políticas agrícolas de todo el mundo, expertos y comerciantes de carnes y productos lácteos, veterinarios y productores del sector privado analizarán los dramáticos retos que afectan a este mercado. Más de la mitad de los asistentes a la reunión proceden de países en vías de desarrollo.

Alexander Sarris, Director de la División de Productos Básicos y Comercio de la FAO, subrayó durante la inauguración del convenio que atravesamos una época en que «el comercio de la carne se ve sacudido en todo el mundo por una serie de brotes de enfermedades y por la creciente inquietud de los consumidores acerca de la inocuidad y calidad de los productos cárnicos».

Mercados complejos y fragmentados

«Los mercados pecuarios internacionales cada vez son más complejos y fragmentados debido a que los brotes de enfermedades animales, las normas de calidad más estrictas y las tendencias en los gustos de los consumidores, llevan aparejados cambios institucionales y de políticas pecuaria. Son temas que plantean una serie de retos a los sujetos de la economía pecuaria mundial y tienen implicaciones para el futuro funcionamiento eficaz de los mercados», observó Sarris.

Para la FAO, las enfermedades animales, la subida de los precios y la notable incertidumbre acerca de la demanda de los consumidores de productos cárnicos han reducido la expansión del mercado de las carnes en 2004. Los mercados cárnicos han acusado negativamente el impacto de la influencia aviar, que provocó una gran mortalidad de aves en toda Asia y parte de Norteamérica, así como el descubrimiento de casos de encefalotapía espongiforme bovina, o enfermedad de las vacas locas siempre en Norteamérica.

Descenso en el mercado de carnes

La prohibición de importar carne producida en las zonas infectadas a principios de 2004 afectó aproximadamente a un tercio de las exportaciones de carne en todo el mundo, una cifra correspondiente a 6 millones de toneladas, constató la FAO. No obstante el carácter temporal de las prohibiciones y el previsto aumento del mercado mundial de la carne en 2004, ahora todo apunta a que ese mercado disminuya de un 4 por ciento hasta llegar a los 18,4 millones de toneladas.

Los expertos de carnes y productos lácteos reunidos en Winnipeg analizarán también el impacto provocado por el crecimiento brusco de la importación de carnes, leche y sus derivados en los países en desarrollo. Además, el grupo estudiará el tema crucial de provisión de servicios al sector pecuario, cada vez más sometido a presiones para defender la salud de los animales y garantizar productos sanos e inocuos.

Un reto para los delegados

Al final de la sesión inaugural de hoy, la FAO celebrará un simposio titulado «Cumplir las normas internacionales del sector pecuario: el reto para los países en desarrollo». Mañana habrá otro simposio dedicado a los productos lácteos.

La FAO invita al grupo intergubernamental sobre carne y productos lácteos a «partir de las recomendaciones del simposio actual para proponer una serie de acciones que involucren a ese organismo, a otras instituciones y a los participantes en el encuentro».

Congreso Cárnico Mundial

Este año por primera vez la reunión de la FAO tiene lugar inmediatamente después del Congreso Cárnico Mundial en el que han participado los más influyentes responsables de políticas agrícolas y expertos de industria, que abordaron el tema «La industria cárnica mundial en la encrucijada».

Para Sarris la coincidencia de la reunión del Grupo Intergubernamental «con una conferencia organizada externamente a la que han asistido comerciantes y productores de carnes, responsables de políticas y otros expertos, es una fuente de sinergia que puede potenciar el diálogo y el intercambio entre los representantes del gobierno y el sector privado»

FAO

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