Expertos profundizan en los procesos evolutivos que originan las coloraciones llamativas en aves

Un grupo interdisciplinar de científicos de Granada y Almería, coordinado por el biólogo Manuel Martín-Vivaldi Martínez, ha iniciado un proyecto para explicar la existencia de colores llamativos en un grupo de aves de la península ibérica. Recientemente se ha descubierto que varios tipos de aves tropicales presentan coloraciones llamativas para avisar de la presencia de sustancias tóxicas en su organismo, lo que evita que sean atacados por depredadores. Con este proyecto se pretende comprobar si para el grupo de las aves coraciiformes, la presencia de plumajes coloridos se debe al mismo fenómeno. Esta investigación se desarrolla mediante un proyecto de excelencia financiado con 214.799,92 euros por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.

El color de los animales siempre tiene una explicación evolutiva. Las distintas especies o individuos tienen un diseño de color determinado porque es el que mejor les sirve para sobrevivir y reproducirse, y cada diseño proporciona esas ventajas de una forma diferente.

De este modo, existen diferentes tipos de coloraciones, como las crípticas, que sirven para mimetizar a los individuos en el entorno en el que se desenvuelven. Otras coloraciones son llamativas, cuyo efecto es el contrario, que los individuos destaquen en el entorno. Algunas de esas coloraciones llamativas tienen la función de señal de aviso hacia los depredadores, indicando la presencia de venenos en el colorido animal o que el animal presenta características que lo hacen difícil de cazar, como ser muy huidizo. Esta funcionalidad adecuada para evitar el ataque de depredadores se llama aposematismo y en el caso de las coloraciones, aposemáticas. Existen coloraciones llamativas en diferentes grupos animales, destacando sobre todo en insectos, anfibios y reptiles.

Tradicionalmente, en zoología se ha relacionado la existencia de coloraciones llamativas en aves con la selección sexual, de forma que un macho más vistoso o llamativo que otro será el escogido por las hembras para el apareamiento. Los investigadores granadinos que desarrollan este proyecto, comprobaron la existencia de coloraciones llamativas similares en los dos sexos de algunas especies, por lo que la funcionalidad sexual no explicaría la utilidad de las coloraciones. Dichas aves son especies pertenecientes al grupo de las aves coraciiformes, en concreto, la abubilla (Upupa epops), el abejaruco (Merops apiaster), la carraca (Coracias garrulus) y el martín pescador (Alcedo atthis), todas ellas presentes en la Península Ibérica. Respecto a sus coloraciones, la abubilla presenta un llamativo contraste blanco, negro y naranja, la carraca presenta colores azul y morado muy brillantes. El abejaruco, por su parte, presenta azules, amarillos y marrones muy vistosos y el martín pescador azul-turquesa y verdes metálicos muy bonitos.

Identificar el tipo de defensa que tienen estas aves y la función desempeñada por su diseño de color permitirá corroborar si la hipótesis es cierta. Hay evidencias de que presentan comportamientos destinados a ahuyentar a los depredadores. La abubilla es un ave conocida por segregar sustancias químicas repelentes que le dan cierta fetidez. Además, sus pollos tienen la capacidad de defenderse de los depredadores expulsando sus excretas de una forma muy certera.

Por su parte, la carraca también utiliza armas químicas para ahuyentar a los depredadores: sus pollos, cuando se sienten atacados, expulsan el contenido del digestivo por la boca. El abejaruco es un ave especializada en alimentarse de abejas y otros insectos venenosos. Aunque normalmente desprende el aguijón y la glándula de veneno de sus presas, probablemente ingiera parte de esas sustancias, existiendo la posibilidad de que las aproveche de alguna forma y por ello no le afecten. Y por su parte, el martín pescador incluye en su dieta, entre otros pequeños animales, anfibios que contienen sustancias tóxicas en su piel.

Este proyecto presenta, a su vez, un aspecto a estudiar muy desconocido. Parte del equipo investigador del proyecto ha encontrado recientemente que las abubillas tienen, en la glándula uropigial, una comunidad de bacterias que puede ser la responsable de las sustancias químicas que segregan estas aves y que les proporcionan un olor fétido. Esa glándula tiene la función de producir sustancias que impermeabilizan las plumas, aunque con este descubrimiento se le podrán aplicar más funciones. La relación de simbiosis entre la abubilla y las bacterias de su glándula está siendo estudiada de forma intensiva en colaboración con especialistas en microbiología.

Trabajo de campo

La metodología a desarrollar para comprobar la funcionalidad final de las coloraciones se apoya en diferentes ensayos. Para ello, el grupo de científicos participante en el proyecto está conformado por biólogos especializados en ornitología, químicos que identificarán las sustancias producidas en los procesos de defensa de estas aves y entomólogos que colaborarán en el estudio de los insectos incluidos en la dieta de las especies escogidas.

El primero de los ensayos se realiza en el Parque Nacional de Doñana y consiste en situar en el campo modelos de escayola que simulan ejemplares vivos de las cuatro especies consideradas. Unos modelos se han pintado representando los colores reales de estas aves y otros han sido pintados con colores crípticos, de forma que se evalúe si los depredadores atacan más a los ejemplares más coloridos o a los camuflados.Se realiza un seguimiento a dichos modelos situados en el campo mediante grabaciones en vídeo y con ello se extraen los primeros resultados.

Modelo de abubilla para ensayos de campo

Otra de las experiencias, se basa en recoger muestras de todas las sustancias defensivas utilizadas por las coraciiformes. De esta forma, se recogen las secreciones uropigiales de la abubilla y los excrementos de sus pollos, así como los contenidos digestivos de las crías de carraca. Con esas sustancias se aderezan piezas de carne que se ofrecen a depredadores habituales de estas aves, como otras aves rapaces o mamíferos. En función de si comen la carne o la rechazan, se puede comprobar la efectividad de dichas sustancias repelentes.

ANDALUCIAINVESTIGA

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