El Centro de Investigación «Finca La Orden» de Badajoz, en el que la Junta de Extremadura desarrolla sus funciones en materia de investigación agraria, ha descubierto la existencia de especies vegetales cuya presencia se desconocía en la región. Un proyecto de investigación de la finca La Orden ha sacado a la luz la existencia de especies vegetales cuya presencia se desconocía en Extremadura, por lo que gracias a este proyecto se dispone de información novedosa para la Ciencia, encaminada a la conservación de la diversidad biológica vegetal en Extremadura.
El territorio extremeño es un espacio sembrado de diversidad biológica y contribuye a enriquecer el promedio de riqueza del suroeste de la Península Ibérica. Esta es además la causa directa de la disparidad y belleza de su paisaje.
Desde el año 2000, Extremadura cuenta con un catálogo oficial de especies animales y vegetales consideradas como amenazadas. Se trata del primer catálogo con el que cuenta la región para preservar de forma directa su riqueza y diversidad biológica.
En el caso del reino vegetal, se incluyen 112 especies consideradas amenazadas en Extremadura. Son especies que, o se encuentran en un estado crítico de conservación en el territorio, o aparecen como elementos especiales de paisajes singulares o en claro peligro de transformación y pérdida como consecuencia de la actividad humana.
Con el objetivo de conservar con garantías las poblaciones silvestres de los vegetales amenazados en Extremadura se decidió poner en marcha un proyecto de investigación enmarcado dentro del III Plan de Investigación que se aprobó en 2005.
Gracias a este proyecto, desde la Sección de Producción Forestal del Centro de Investigación de La Orden-Valdesequera se están llevando a cabo actuaciones encaminadas a estudiar el estado de las poblaciones silvestres, caracterizar la diversidad morfológica, conservar el banco de germoplasma de las semillas y conocer los procesos de germinación y desarrollo de las plántulas.
Aunque el estudio no ha hecho más que empezar y se dispone de tres años para desarrollar la metodología que permita alcanzar los objetivos propuestos, ya se han obtenido resultados parciales de elevado interés en la conservación de la diversidad biológica de Extremadura y especialmente en la preservación de la flora amenazada.
Actualmente se ha estudiado y conservado al menos una población por especie del 75% de las especies vegetales incluidas en el catálogo, y se ha detectado la fragilidad de muchas poblaciones por la escasez de ejemplares con los que cuenta, la baja fertilidad de sus individuos, el potencial de agresión al que están sometidas por el hombre o los riesgos naturales que les acechan, especialmente los incendios y la erosión.
La conservación de las semillas de al menos el 10% de las especies estudiadas es compleja por el alto nivel de ataque de gorgojos y gusanos a las poblaciones silvestres, especialmente en las zonas de pastizales.
La caracterización de la diversidad morfológica de los vegetales estudiados permite asegurar que en más del 50% de los casos se dispone de información novedosa para la ciencia en relación a determinados caracteres de las semillas y del fruto.
Además el estudio sistemático de las poblaciones silvestres ha revelado resultados de enorme interés para la flora de Extremadura, ya que se han encontrado especies vegetales de las que no se tenía constancia de su presencia en el territorio extremeño hasta hoy como Echinospartium barnadesi (Graells) Rothm., Dactylorhiza fuschii (Druce) Soó o Erigeron acer L.
En otros casos se han encontrado taxones nuevos para la ciencia que están pendientes de publicación y que pasarán a formar parte del elenco de vegetales endémicos o singulares de la comunidad Extremeña.
El valor de los resultados de estos estudios no sólo alcanza lo estrictamente práctico sino que supone un avance significativo en el conocimiento de la flora regional, en la conservación de los bosques, del paisaje y sobre todo de la biodiversidad con la que cuenta Extremadura. Los conocimientos adquiridos, los materiales conservados y el estudio realizado, proyecta al territorio extremeño como una zona más segura para la flora que alberga.
Gracias a la investigación desarrollada en la finca La Orden se dispone de las estrategias necesarias para asegurar con más recursos la conservación de un área, un paisaje o una especie vegetal. Además se podrán recuperar con más éxito las zonas destruidas por incendios inundaciones, erosión o simplemente por la acción del hombre.
AGRALIA