La superficie de siembra de girasol se ha incrementado en un 7 por ciento esta campaña en Extremadura, donde se han sembrado 13.330 hectáreas, según la Asociación de Empresas para el Fomento de las Oleaginosas y su Extracción (AFOEX).
AFOEX prevé duplicar esta campaña en España de girasol, que el año pasado fue «catastrófica», con una producción cercana a las 600.000 toneladas, aunque lejos de una cosecha normal que ronda las 780.000 toneladas.
El director de AFOEX, Federico Pino, explicó que las mejores perspectivas de riego respecto al año pasado han hecho que la superficie de siembra de girasol se haya incrementado en un 20 por ciento respecto a 2005 con un total de 617.000 hectáreas, «aunque aún están lejos de las 750.000 hectáreas sembradas históricamente en nuestro país en los últimos años normales».
Los principales incrementos se han dado en País Vasco, Castilla y León y Andalucía; en esta última las primeras estimaciones apuntan a una producción de 255.000 toneladas y unos rendimientos medios de 1,130 kilos por hectárea.
Pino destacó que además de la mejora de las expectativas de agua para riego las campañas para el fomento de los biocarburantes están alentando a los agricultores a decidirse por este cultivo que cuenta con el aliciente de 45 euros por hectárea de ayuda que perciben si se dedican a los cultivos energéticos.
Esta salida, destacó Pino, podría desviar parte de la producción nacional de semilla de girasol a los biocarburantes dejando desatendida a la industria aceitera, aunque este incremento de la demanda no tiraría de los precios al alza, ya que en los países de Centroeuropa hay grandes producciones de girasol que se importa a precios muy competitivos.
España tiene un consumo anual de aceite de girasol que no baja de las 450.000 toneladas, para el que se requieren 1,2 millones de toneladas de pipas, que ante la imposibilidad de obtener con la cosecha nacional se importan habitualmente de los países del centro de Europa.
Si se consolida la salida de la pipa para el biocarburante y se mantiene la tendencia alcista del consumo de aceite de girasol en España, la industria tendrá que incrementar las importaciones, que el año pasado alcanzaron las 550.000 toneladas de pipa y las 202.000 toneladas de aceite de girasol.
Pino constató el incremento detectado en los dos últimos años en el consumo de girasol en España, tanto por la fuerte subida del precio del aceite de oliva como su incremento en el uso de esta grasa en conservas alimentarias.
Precisó que a pesar del incremento del consumo los precios en crudo se mantienen entorno a los 0,52 y 0,54 euros por litro y en punto de venta ronda el 1,20 euros por litro.
AGRALIA