FAO: ‘La agricultura urbana impulsa la seguridad alimentaria’

Remitido por FAO:

La agricultura en áreas urbanas y peri urbanas proporcionan ya comida a cerca de 700 millones de residentes en las ciudades, un cuarto de la población urbana mundial. El crecimiento de la población en el planeta de aquí al año 2030 se concentrará en las áreas urbanas de los países en desarrollo. Para entonces, cerca del 60 por ciento de la población de estos países vivirá en ciudades.

La agricultura urbana aprovecha pequeñas superficies en solares, parques o azoteas para cultivar micro-huertos o incluso criar animales de granja o vacas lecheras. Las explotaciones en áreas peri-urbanas, situadas en las cercanías de los núcleos urbanos, permiten producir hortalizas y criar aves de corral o ganado para producir leche y huevos.

Los retos de la urbanización

El índice de pobreza en muchas ciudades está aumentando, y una proporción cada vez mayor de residentes urbanos encuentra dificultades para acceder a los alimentos que necesitan. En muchos países en desarrollo, los pobres urbanos gastan el 60 por ciento o más de sus ingresos en comida.

Los problemas se complican debido a las carencias en la infraestructura para el transporte de alimentos a los centros urbanos. Las largas distancias, carreteras en mal estado y el caos urbano y la sobrepoblación hacen que se pierda entre el 10 y el 30 por ciento del producto durante el transporte.

Además, el moderno estilo de vida en las grandes metrópolis induce a cada vez más gente a consumir más grasas y comida rápida y menos fibra y comida casera, por lo que los países en desarrollo se enfrentan a un doble reto: por un lado el fantasma del hambre y por otro el rápido incremento de la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras patologías relacionadas con una dieta inadecuada.

Producir alimentos en las ciudades

La agricultura en zonas urbanas y periurbanas puede ayudar a mejorar la seguridad alimentaria de diversas formas: producir alimentos en casa o a través de una cooperativa reduce el gasto para las familias pobres, pone más alimentos a su alcance y reduce la escasez estacional de productos frescos. También, al incrementar la diversidad y calidad de los alimentos consumidos, puede mejorar de forma significativa la calidad de su dieta.

Las ventas de los excedentes pueden además generar ingresos que se utilicen para comprar más alimentos. Incluso los pequeños «micro-huertos» pueden rendir hasta 3 dólares EE.UU. al día para las familias con menos recursos, según la FAO. No es poco si se tiene en cuenta que cerca de 1 200 millones de personas viven con menos de un dólar EE.UU. al día, y que casi 3 000 millones lo hacen con menos de dos dólares diarios.

Éxitos y dificultades

En la ciudad de Dar es Salaam, capital de Tanzania, 650 hectáreas son utilizadas para la producción de hortalizas, proporcionando ingresos a 4 000 campesinos. Gracias a un proyecto de la FAO en Dakar, Senegal, los huertos de tomates de un metro cuadrado en las azoteas producen entre 18 y 30 kilogramos de tomates al año.

A pesar de su importancia creciente, la agricultura urbana se enfrenta a numerosas dificultades, como la falta de terrenos apropiados, incertidumbre sobre la propiedad de la tierra, acceso insuficiente al agua de riego de calidad adecuada, falta de conocimientos técnicos y escasez de inversiones.

La agricultura urbana y periurbana proporciona ya comida a unos 700 millones de habitantes de las ciudades

FAO

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