Nota FAO
La inseguridad alimentaria en África austral es muy preocupante a pesar de una extraordinaria cosecha de maíz en África del Sur, según el nuevo Informe sobre África publicado hoy por la FAO. Alrededor de 12 millones de personas, sobre todo en Zimbabwe y Malawi necesitan urgentemente ayuda alimentaria.
Sin embargo, en Sudáfrica la cosecha de maíz ha sido extraordinaria: 12,4 millones de toneladas que, según las estimaciones, harán posible una exportación potencial de excedentes de 4,66 millones de toneladas. Más que suficiente para cubrir las necesidades de importación de la subregión.
En Zimbabwe, escasean los insumos claves para el cultivo: semillas, fertilizantes y fuerza de tracción. Normalmente el país necesita unas 50.000 toneladas de semillas de maíz, pero en estos momentos solamente la mitad está disponible localmente. Por otra parte, las compañías de fertilizantes calculan que este año contarán sólo con un 75 por ciento de los fertilizantes disponibles el año pasado, que eran ya pocos y que el precio será mucho más caro.
En muchas zonas son notables las dificultades de acceso a los alimentos, tanto por la escasez de cereales en el mercado y la elevada inflación, como por los problemas de combustible y transportes que exacerban aún más la inseguridad alimentaria. Entre junio y octubre de este año, el precio por kilo del maíz pasó de los 2.000 a los 8.000 dólares zimbabwenses. Se estima que unos tres millones de personas recibirán mensualmente raciones de cereales y legumbres del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Empeora la inseguridad alimentaria en todo Malawi mientras el precio del maíz continúa aumentando. Hasta la fecha, las importaciones comerciales y las entregas de ayuda alimentaria dejan que desear, a pesar de las significativas sumas prometidas por los donantes internacionales.
La cosecha de 2005 en África Oriental ha sido, en general, mejor que la del año pasado y se espera un incremento de la disponibilidad de alimentos en la mayor parte de los países de esta subregión. Sin embargo, la situación alimentaria, en conjunto, es todavía precaria y en varias naciones la guerra, el desplazamiento de la población y las pasadas sequías han provocado un aumento del porcentaje de malnutrición.
En Somalia suscita siempre grave preocupación el estado de seguridad alimentaria ya que más de 900 000 personas necesitan ayuda urgente. La situación empeora ulteriormente debido a los nuevos brotes de hostilidades en el sur del país y al deterioro de las condiciones de seguridad que dificultan la distribución de las ayudas. También es alarmante la situación alimentaria en Sudán donde los continuos conflictos y el desplazamiento de la población han provocado una grave inseguridad alimentaria, especialmente en la región de Darfur y en el sudeste de la nación.
En Eritrea, a pesar de la producción más elevada de cultivos, alrededor de 1,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria.
En las principales regiones productivas de Etiopía, las perspectivas de los cultivos son favorables, pero la disponibilidad de alimentos en los hogares es escasa y en algunas zonas el porcentaje de malnutrición, sobre todo infantil, es muy elevado. Se estima que 3,8 millones de personas necesitan con urgencia ayuda alimentaria.
En el Sahel, gracias a las favorables condiciones climáticas durante todo el período de crecimiento de los cultivos, se perfilan buenas cosechas. Sin embargo, la grave crisis alimentaria que devastó esta subregión en 2004 y 2005 repercutió tremendamente en los ingresos, los medios de sustento y la nutrición. Como consecuencia, los hogares perdieron sus recursos productivos, incluidos los animales domésticos y se registró un elevado nivel de endeudamiento. La situación es particularmente grave en Níger, en algunas zonas de Burkina Faso, en Malí y Mauritania. En Costa de Marfil la inseguridad y la fragmentación que atraviesa la nación, siguen perjudicando la agricultura y las actividades mercantiles.
En varios países de África Central, las perspectivas de los cultivos y de seguridad alimentaria son desfavorables, sobre todo por las guerras civiles y la inseguridad. Burundi ha advertido que sobre sus provincias septentrionales y orientales se cierne una grave crisis alimentaria, dadas las previsiones desfavorables para la primera cosecha de 2006.
Según el informe, las necesidades de importación de cereales en África subsahariana en 2005 y 2006 seguirán siendo altas. Las necesidades totales de ayuda alimentaria en 2004/2005 se han estimado en unos 3,3 millones de toneladas, una cifra parecida a la del período 2003/2004.
FAO