El potencial de lo local
Para entender los problemas que debe afrontar un ayuntamiento a la hora de racionalizar el consumo de agua o mejorar sistemas de riego -esenciales para los agricultores locales- nada mejor que escuchar la experiencia de otros consistorios que ya han pasado por este trance.
Cada día son más los gobiernos nacionales y las agencias internacionales que reconocen el potencial de los poderes locales para promover el desarrollo de los países más pobres. Y cada día son más los ciudadanos que a través de sus autoridades locales quieren participar en la construcción de un mundo con alimentos para todos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) está impulsando un programa de cooperación descentralizada para facilitar el acercamiento de voluntades e iniciativas en el que participan gobiernos regionales y locales de varios países europeos.
Sembrando desarrollo
«La sociedad civil y las entidades locales desempeñan un papel cada vez más importante en la promoción de la seguridad alimentaria y el desarrollo rural», explica Javier Pérez de Vega, Coordinador del Programa de Cooperación Descentralizada de la FAO.
«La participación directa de las administraciones locales refuerza el concepto de democracia participativa, condición necesaria para un desarrollo duradero que permita desterrar el hambre y la pobreza», asegura Pérez de Vega.
La cooperación descentralizada ha ido ganando espacios en el conjunto de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de muchos países ricos. En España por ejemplo, la cooperación descentralizada – proveniente de las arcas de las administraciones locales, o gestionada directamente por ayuntamientos o gobiernos locales – pasó de un 2% a principios de la década de los 90 a un 15% del total de la AOD española en 2000.
«Países como Italia en el que hay alrededor de 8.000 municipios, un centenar de provincias y una veintena de regiones, pueden ser un gran aliado para conseguir un mundo sin hambre», reconoce Pérez de Vega.
Proyectos en marcha
Hasta el momento, la FAO está colaborando en la promoción de la cooperación descentralizada con cuatro países europeos: Italia, Francia, España y Alemania.
Fruto de un acuerdo entre los ayuntamientos de Kigali, Ruanda, y de Roma, y con el apoyo técnico de la FAO, se ha puesto en marcha un proyecto de creación de renta para los hogares más pobres de Kigali a partir de iniciativas de agricultura urbana.
«El objetivo de proyectos como éste es estimular los vínculos entre las administraciones y el tejido asociativo local para sentar las bases de un desarrollo duradero, y al mismo tiempo, abordar urgentemente las carencias nutricionales y de renta de los hogares más pobres de la capital ruandesa», explica un especialista de la FAO.
El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria
El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria de la FAO (PESA) sirve de marco de acción para integrar iniciativas concretas de colaboración de diferentes actores del desarrollo en programas más amplios de promoción del desarrollo rural y seguridad alimentaria.
La FAO lanzó el PESA hace diez años con el objetivo de ayudar a los países en desarrollo a poner en marcha programas de reducción del hambre mediante un incremento de la productividad y la producción de alimentos con tecnologías simples y de bajo costo.
En la actualidad, el PESA es operativo en 100 países, incluido Brasil a través del apoyo al programa Hambre Cero.
FAO