La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en 1992 el Día Internacional de las Personas Discapacitadas, que se celebra desde entonces cada 3 de diciembre, para promover el conocimiento y la comprensión de los temas relativos a las discapacidades.
Uno de sus objetivos principales es contribuir a la realización de normativas internacionales para los portadores de discapacidades y fomentar su participación plena en la vida social y en el desarrollo.
En la actualidad las personas discapacitadas son más de 500 millones, y aproximadamente el 80 por ciento vive en países en desarrollo.
El caso de Irán
El estudio de la FAO titulado «Cómo afrontar las necesidades de extensión y capacitación agraria de los agricultores con discapacidades físicas – Un caso de estudio en la República Islámica de Irán», analiza las necesidades de los agricultores discapacitados en ese país.
Sus hallazgos pueden ser útiles para otros estados miembros a la hora de individuar estrategias y programas especiales. En particular, para las personas que quieran llevar a cabo experimentos similares en otros países, se incluye como anejo un cuestionario utilizado en el estudio sobre Irán.
El experto de la FAO, Kalim Qamar, que trabajó en la región apenas finalizada la guerra entre Irán e Irak, fue testigo de los efectos del conflicto. Muchos veteranos de guerra mutilados regresaban a sus aldeas y querían seguir trabajando en el sector agrario.
Según el experto de la FAO, «los enfoques de la capacitación deben ajustarse siempre a los factores socioeconómicos, la situación política, la densidad de población, los modelos de agricultura, el nivel de alfabetización, el sexo, la edad, la religión, las tradiciones culturales y la discapacidad física».
«En los últimos años se han multiplicado las catástrofes naturales y los conflictos. Por este motivo, tenemos también que redoblar nuestro trabajo con las personas discapacitadas y estar preparados a adaptarnos a las nuevas situaciones», agregó Qamar.
La experiencia asiática
En Sri Lanka, un proyecto de la FAO ayudará a los agricultores discapacitados a conseguir los conocimientos, herramientas y experiencia necesarios para crear y mantener pequeñas empresas en las zonas rurales, sobre todo de horticultura y producción avícola.
Gracias a esta iniciativa, las personas discapacitadas potenciarán el bienestar general de sus familias y contribuirán directamente a la seguridad alimentaria de sus hogares mediante una variedad de actividades agrícolas rediticias.
La propuesta de Sri Lanka se basa en el éxito de un proyecto de la FAO para el cultivo de hongos por parte de campesinos discapacitados en Tailandia. Como el proyecto tailandés, la propuesta de Sri Lanka depende en gran manera del apoyo familiar y de la propia comunidad de individuos con discapacidades a los que se suministrará formación
FAO