Nota de la FAO
La agricultura es a menudo responsable de los daños al medio ambiente por factores como la producción no sostenible de alimentos, el mal uso de los combustibles, el agotamiento de los recursos naturales y la explotación excesiva de los ecosistemas, pero al mismo tiempo tiene un papel crucial en la detención de la degradación, afirmó hoy la FAO.
Su Director General Adjunto, Alexander Müller, subrayó que “se necesita voluntad política para revertir la degradación de los ecosistemas a través de cambios en las políticas y prácticas agrícolas y en las instituciones. La agricultura tiene que figurar en el centro de la escena si se quiere conservar el equilibrio ecológico del que dependen la actual generación y las generaciones futuras”.
“Si no hay cambios –añadió-, la degradación medioambiental puede amenazar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria”.
Destacó que gran parte del debate sobre la biodiversidad, el cambio climático y la bioenergía se está produciendo sin la participación efectiva del sector agrícola y los ministerios implicados.
Según el informe de la FAO, a pesar de la aprobación de importantes acuerdos internacionales sobre el medio ambiente, las emisiones de carbono continúan aumentando, las especies siguen extinguiéndose y la desertificación es todavía una grave amenaza en muchos países.
La población mundial continuará aumentando en el futuro, lo que significa que la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos deberán incrementar para poder alimentarla.
Al mismo tiempo, se espera que el cambio climático acelere muchas de las presiones que sufre el medio ambiente, ya que los sistemas productivos de larga tradición se verán desestabilizados por falta de agua, salinidad, aridez y aumento de las temperaturas.
La FAO advierte sobre el peligro de que el aumento previsto de los monocultivos para producir biocombustible acelere la erosión de la biodiversidad.
“Estos cambios suponen grandes desafíos, ya que la biodiversidad es la materia prima que los fitogenetistas usan para crear nuevas variedades de cultivos que se necesitan para salvaguardar la alimentación y la agricultura para las generaciones futuras, así como para mantener una amplia base genética”, advierte el informe.
El informe fue presentado en la reunión del Comité de Agricultura de la FAO que comenzó hoy en Roma y que se extenderá hasta el 28 de este mes.
FAO