Nota de la FAO
A través de entrevistas a personas desplazadas en el interior del país, organizaciones no gubernamentales, funcionarios del gobierno y personal de campo de la FAO desplegado en Darfur se percibe que a pesar de la violencia que sufre la región, ha llegado el momento de redoblar el apoyo a numerosos campesinos y pastores que quieren regresar a sus tierras y pastizales.
«Cuando las milicias atacaron tres aldeas alejadas en diciembre de 2003, huyeron unas 9 000 personas, de las 14 000 que viven en la zona. Las milicias incendiaron las chozas de las tres aldeas y se llevaron todo el ganado −explica Mohamed Adam Isag, el umda o jefe de un grupo de aldeas de Bulbul Dalal Alangra, en Darfur meridional−. Muchas de estas personas han regresado este año, pero otras necesitan apoyo para volver. Mientras tanto, los campesinos sólo trabajan cerca de las aldeas, por temor a cultivar parcelas más alejadas, y ha disminuido mucho la producción de alimentos.»
La FAO, a través de una ONG, ha ayudado a la aldea, tanto a los que han regresado como a los que no huyeron pero que han compartido lo que tienen con los que han vuelto. Los cultivos de mijo, un alimento básico en la zona, se encuentran crecidos en los campos cercanos a la aldea, gracias a las 18 toneladas de semillas aportadas a principios de este año. También se proporcionaron arados de tiro, aperos de mano y asesoramiento agrícola.
En los tres estados de la región de Darfur la FAO ha ayudado a 950 000 personas, tanto a desplazados que han regresado como a la población de las comunidades de acogida, para reanudar o incrementar la producción de alimentos, a fin de hacer frente a la crisis. Los insumos aportados a la fecha comprenden: 1 500 toneladas de semillas, 250 000 aperos manuales y 6 000 arados.
Con todo, la producción de alimentos sigue en crisis, según Fadul Eldom Ahmed, Director de los Servicios Agrícolas del Darfur Occidental, quien estima que la tierra cultivada en esta región descendió en 2004 al 30 por ciento respecto a los niveles normales y al 66 por ciento en el año en curso. La FAO estima que en este año sólo está en producción el 45 por ciento de la superficie agrícola.
«Si se logra la paz en la región volverá a casa la mayoría de la población, y no habrá necesidad de más ayuda alimentaria. En ese momento se necesitarán 3 000 toneladas de semillas, herramientas y asistencia técnica sólo en el Darfur Occidental para ayudar a la población a producir más que antes», prevé el Director de los Servicios Agrícolas.
En el Darfur existen dos puntos de vista: algunos afirman que todavía está muy generalizada la violencia para ofrecer asistencia a gran escala para el restablecimiento de los medios de subsistencia, como la agricultura y el pastoreo. Otros consideran que la asistencia de emergencia y la de restablecimiento deben ir de la mano.
Demere Seyoum, director sobre el terreno de World Relief, una ONG que colabora con la FAO en el suministro de insumos a los agricultores, considera que muchos residentes que se han visto obligados a abandonar sus tierras están dispuestos a regresar «a pesar de los riesgos».
«Van en grupos de 10 a 12 mujeres para protegerse, recorren 4, 5 o 6 kilómetros desde los campamentos hasta sus aldeas, que fueron destruidas, para cultivar sus tierras −explica Sesyoum−. Sin duda es peligroso, primero por motivos de seguridad, pero también por el riesgo de invertir un gran esfuerzo para obtener pocas ganancias. Con poca cosa se puede realmente ayudar a estos campesinos a producir mucho más.»
«Sostenemos que la gente quiere regresar a sus tierras. Nos aseguran que la situación de la seguridad es positiva −afirma Hashim Zakaria, jefe del Comité Sudanés Popular para el Socorro y el Restablecimiento en el Darfur del Sur, una ONG que trabaja con la FAO−. Pero la comunidad internacional está más interesada en financiar actividades humanitarias.»
La FAO sigue proporcionando asistencia agrícola de urgencia y para el restablecimiento a esta población vulnerable en Darfur siempre que es posible y lo permiten las condiciones locales.
FAO