Los países asiáticos que consideran zanjada la crisis de la influenza aviar deben basar sus afirmaciones en investigaciones exhaustivas, dijeron el pasado día 19, de manera conjunta, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Internacional de Epizootias (OIE).
Estas dos organizaciones informaron de que están preparadas para ofrecer especialistas internacionales a la región que puedan certificar la situación epidemiológica.
«Es esencial la colaboración entre los países y la comunidad internacional para asegurar que la influenza aviar está realmente bajo control y que se han puesto en marcha medidas eficaces de control y prevención en cada uno de los países afectados, y en los países vecinos», dijeron la FAO y la OIE.
A tres meses del inicio de la crisis causada por los brotes de gripe en las aves de varios países asiáticos -en la que perdieron la vida 23 personas en Vietnam y Tailandia-, la situación ha mejorado en estos dos países y también en China, informaron las dos organizaciones.
Podrían aparecer nuevos brotes
«No podemos dar la crisis por terminada,» alertaron la FAO y la OIE. «En países como Indonesia, Laos, Camboya y Tailandia podrían aparecer nuevos brotes. El virus podría propagarse al interior de un país y entre países vecinos. Mientras no tengamos el virus H5N1 bajo control, no podemos excluir posibles daños a la salud humana».
Todos los países afectados han diseñado campañas nacionales de control en función de sus necesidades concretas. «Esta es una primera línea importante de defensa contra el virus, que necesita ser fortalecida», señalaron la FAO y la OIE.
Precaución y biosecuridad
En particular, se tienen que poner en marcha medidas de precaución adecuadas para asegurar que se desinfectan las zonas infectadas y no se vuelven a contaminar. Antes de que los países redoblen sus granjas deben aplicar fuertes medidas de vigilancia y bioseguridad, para asegurar que potenciales nuevas infecciones se descubren y se paralizan inmediatamente, señalaron la FAO y la OIE.
Debe probarse mediante controles y análisis serológicos que no quedan rastros del virus. En aquellos países en los que se están aplicando programas de vacunación se deben usar aves centinelas no vacunadas para comprobar si se produce contagio.
El traslado de aves y productos contaminados debe vigilarse cuidadosamente para evitar que el virus vuelva a introducirse desde las áreas afectadas.
Se debe evitar el contacto entre aves salvajes y domésticas.
Según las normas internacionales que estipula la OIE, los países sólo pueden afirmar que han erradicado la influenza aviar bajo ciertas condiciones, y en todo caso, seis meses después del último brote registrado.
La FAO y la OIE pidieron mayores esclarecimientos sobre el inicio de la epidemia. «Para evitar futuros brotes, tenemos que conocer cómo empezó todo».
Al día de hoy, al menos 100 millones de aves han sido sacrificadas o han muerto víctimas de la epidemia.
FAO/OIE