Esta es la principal recomendación de los especialistas en salud animal y salud humana que durante dos días se reunieron en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Roma para buscar soluciones urgentes a la crisis desencadenada por la influencia aviar en el este asiático.
Los dos días de intensos debates en la FAO, en los que han participado especialistas de la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han producido una serie de recomendaciones, entre ellas, la de la conveniencia de vacunar a los animales en peligro de contraer la enfermedad, como complemento a los sacrificios de animales y otras medidas de contención del virus.
El sacrificio masivo de animales en las zonas afectadas debería evitarse como medida de prevención para no perjudicar aún más las economías nacionales y las fuentes de renta de los hogares rurales.
«Confiamos en que una amplia colaboración en el ámbito regional e internacional, que dé apoyo a los esfuerzos nacionales, usando los medios de acción disponibles, permita superar esta crisis y, en consecuencia, minimizar los riesgos que pueda suponer para la salud humana» declaró Joseph Domenech, Jefe del Servicio de Salud Animal de la FAO.
«El sacrificio de las aves infectadas sigue siendo la respuesta más indicada cuando se detecta la presencia de la enfermedad», añadió Domenech. «La vacunación, aplicada junto a otras medidas de control, tales como el control de la circulación y venta de alimentos, y medidas de producción adecuadas, son una buena estrategia de contención del virus».
Los especialistas insistieron en la importancia de que las personas eviten a toda costa el contacto directo con las aves contaminadas o sospechosas de portar la enfermedad.
Los especialistas presentes en la reunión acordaron que la vacunación selectiva ayudaría a evitar el contagio de un número mayor de aves y reduciría la cantidad de virus presente en el ambiente, conocida como «carga viral».
Minimizar la carga viral reducirá el potencial de contagio del virus a los humanos, siempre que se acompañe con estrictas medidas de control como la vigilancia, la eliminación física de las aves infectadas, el control de la circulación de los animales así como la aplicación de medidas básicas de higiene.
Los especialistas también acordaron que el plan de vacunación, usando vacunas que cumplen las normas internacionales de calidad de la OIE, debería llevarse a cabo con un seguimiento estricto y claro de la evolución de la crisis.
«El escenario de la crisis cambia cada día por lo que es esencial una respuesta coordinada y concertada», explicó Domenech. Es fundamental que las autoridades médicas y veterinarias nacionales informen puntualmente, y lo antes posible, a la OIE y la OMS de los nuevos casos registrados.
Los especialistas estuvieron de acuerdo en que los fabricantes de vacunas podrían tener reservas disponibles para iniciar el proceso pero que harían falta unos cuantos meses para producir las cantidades suficientes necesarias acabar con la crisis.
Entre las recomendaciones expuestas por los especialistas se incluye la necesidad de destinar ayuda económica internacional para financiar las exhaustivas medidas de control necesarias, que van desde dotaciones de equipos y trajes de protección hasta la creación de directrices naciones y programas de coordinación regional.
«Estas medidas no sólo ayudarán a abordar la crisis actual sino que crearán las bases para construir programas de mejora de las capacidades de las administraciones veterinarias nacionales. La prioridad será la vigilancia y el control de enfermedades de los animales. Estas medidas también ayudarán a revitalizar el sector de exportaciones de la región, gravemente afectado en la actualidad», señaló Bernard Vallat, Director General de la OIE.
«Controlar los nuevos casos en su lugar de origen, mediante la adecuada eliminación de las aves contaminadas, junto a campañas de vacunación allí donde sea necesario, reducirá los riesgos para la salud humana», dijo François Meslin, portavoz de la OMS.
FAO