La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han dado a conocer nuevas indicaciones para reforzar los procesos destinados a proteger a los consumidores de los riesgos que algunos organismos modificados genéticamente (OMG) pueden representar para un pequeño porcentaje de personas con alergias alimentarias. Las indicaciones se encuentran en el web de la FAO: http://www.fao.org/es/ESN/gm/biotec-e.htm y en el web OMS: http://www.who.int/fsf/GMfood/index.htm.
La consulta mixta de Expertos FAO/OMS sobre los Alimentos derivados de la Biotecnología que se reunió en Roma del 22 al 25 de enero, gracias a los datos científicos más recientes sobre los alérgenos, ha elaborado una serie de recomendaciones que pueden mejorar substancialmente el proceso de toma de decisiones y de actualización de la base de datos de los alérgenos empleada para evaluar el peligro de transferir alérgenos de un organismo existente o de crear nuevos alérgenos en los alimentos elaborados a partir de organismos modificados genéticamente.
La consulta FAO/OMS ha propuesto una metodología más extensa para evaluar la alergenicidad de los alimentos derivados de fuentes conocidas como alérgenas o de fuentes de las que se desconoce la alergenicidad . La metodología incluye una comparación inicial de la similitud de las secuencias de los aminoácidos de las proteínas con las de los alérgenos conocidos seguida, cuando sea necesario, de una investigación mas profunda utilizando diversas técnicas científicas de pruebas.
La alergenicidad es uno de las preocupaciones recurrentes en el caso de alimentos derivados de la biotecnología. Según el Dr. Dean Metcalf, que presidió la Consulta de Expertos: «El proceso de toma de decisiones de la FAO/OMS en el 2001, emprendido por la Consulta reforzará aún más los métodos usados para garantizar a los consumidores que los alimentos modificados genéticamente no aumenten el riesgo de reacciones alérgicas».
Las alergias alimentarias son reacciones adversas a alimentos por otra parte inocuos o a ingredientes de los alimentos que implican una respuesta anormal del sistema inmunitario del organismo a una proteína específica o a las proteínas en los alimentos. El tipo más común de alergia está mediada por los anticuerpos alergénicos específicos de inmunoglobulina E, o por los anticuerpos IgE 3. Estas reacciones son conocidas como reacciones de hipersensibilidad inmediata porque los síntomas se desencadenan desde unos minutos a pocas horas después de la ingestión del alimento en cuestión. El espectro de gravedad de las reacciones de hipersensibilidad inmediata van desde crisis de asma hasta, en raras ocasiones, el shock anafiláctico total. Ese tipo de reacciones alérgicas afectan a un porcentaje substancial de la población en todo el mundo.
Haciéndose eco de la creciente preocupación acerca de la inocuidad y de los aspectos nutricionales de los alimentos derivados de la biotecnología, la 23a Sesión de la Comisión del Codex Alimentarius decidió en julio de 1999 emprender: «la elaboración de normas, directrices y otras recomendaciones para los alimentos derivados de la biotecnología o de los caracteres introducidos en los alimentos por la biotecnología». La misma sesión creó con ese fin un Grupo de Acción Intergubernamental para los Alimentos Derivados de la Biotecnología.
Para facilitar asistencia al Grupo de Acción Intergubernamental así como a sus estados miembros en general, la FAO y la OMS están organizando una serie de Consultas Mixtas de Expertos sobre la inocuidad de los alimentos modificados genéticamente financiada por Japón. Las consultas FAO/OMS trabajan para llegar al consenso de los científicos que toman parte en las consultas basadas en el ámbito de su campo de conocimiento específico. Las sugerencias elaboradas por las Consultas Mixtas de Expertos se presentan al Grupo de Acción Intergubernamental para poder llegar así a alcanzar un consenso mundial sobre la inocuidad y los aspectos nutricionales derivados de la biotecnología.
La Comisión del Codex Alimentarius fija normas internacionales, directrices y otras recomendaciones, conocidas como Codex Alimentarius, mediante la deliberación entre los representantes de los miembros del Codex del que forman parte 165 países.
FAO