Una campaña nacional de vacunación del ganado destinada a más de 5 millones de animales de granja está en marcha en Afganistán y culminará al final de este año, según informa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La FAO está también apoyando el combate contra la rabia en las principales ciudades afganas con el fin de prevenir el contagio de los seres humanos.
Alrededor de 10 millones de dosis de vacunas para animales han sido distribuidas en unas 30 provincias. Vacas, ovejas, cabras y aves de corral han sido vacunadas contra enfermedades endémicas como la peste de los pequeños rumiantes (PPR), la disentería y toxemia, el ántrax, la viruela ovina, la enfermedad de Newcastle (neumoencefalitis aviar) y la enfermedad de Gumboro (bursitis infecciosa aviar). Para ello, la FAO trabaja en estrecha colaboración con el Ministerio de Agricultura y Ganadería y con las organizaciones no gubernamentales.
En el pasado, la producción de ganado ha jugado un papel fundamental en la economía doméstica afgana y representando hasta el 40 % de los ingresos nacionales. Sin embargo, los últimos cuatro años de sequía han causado pérdidas importantes de ganado debido a la falta de comida y de agua. Para los granjeros y nómadas Kuchi, el acceso a vacunas y medicinas para los animales es prioritario para evitar y prevenir enfermedades que puedan acabar con sus rebaños.
Pero muchos de estos nómadas y granjeros no pueden permitirse de pagar el precio elevado de estas vacunas, declara Aggrey Majok, Asesor para la Salud Animal de la FAO. «Esta es la razón por la cual la FAO está suministrando vacunas a precios bajos. Gracias a esta iniciativa los granjeros pagan apenas un 20 por ciento del precio total.»
«Estamos promoviendo la campaña a través de clínicas privadas, las Unidades Veterinarias de Campo (VFUs), en los diversos distritos. Estas operan desde Kabul, Mazar-I-Sharif, Jalalabad, Herat y Kandahar», explica Majok.
Atención especial a las rutas comerciales
«Uno de los nuestros principales objetivos es evitar la difusión de enfermedades a través del ganado procedente de países vecinos como Pakistán. Los equipos de vigilancia afganos controlan los mayores mercados de animales en las rutas comerciales entre Afganistán y Pakistán. El objetivo es detectar lo antes posible los animales enfermos para prevenir el brote de enfermedades como la peste bovina y la enfermedad de los pequeños rumiantes. La peste bovina fue erradicada en Afganistán en 1997 y esperamos mantenerla fuera del país con controles severos,» afirma Majok.
La FAO está también acondicionando diez clínicas veterinarias de provincia y rehabilitando nueve laboratorios de diagnóstico. El Ministerio de Agricultura y Ganadería afgano recibirá vehículos, fotocopiadoras, ordenadores, impresoras y muebles para las oficinas. Diez aprendices del ministerio recibirán formación informática y se impartirán cursos a 16 técnicos de laboratorio y a 18 investigadores sobre enfermedades animales.
Control de la rabia en las ciudades
La FAO participa también en un programa de control de la rabia en las mayores ciudades afganas. La rabia es una enfermedad letal para los humanos y los animales de sangre caliente. Es endémica en Afganistán y lo ha sido por muchos años. La enfermedad se trasmite a través de mordeduras de perro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que cada mes unas 400 personas sufren mordeduras de perros sospechosos de haber contraído el morbo de la rabia.
En el pasado muchos seres humanos han muerto a causa de esta enfermedad en el país. Los perros domésticos siguen controles periódicos de vacunación pero el problema son los perros callejeros, un gran cantidad de animales que esta al margen de cualquier control. El propósito de la campaña de la FAO es vacunar a más de 150 000 perros.
«Estamos tratando con un fenómeno típico en el periodo posterior a la emergencia», asegura Majok. «En una situación de conflicto armado, muchos perros pierden sus familias o son abandonados y como consecuencia se convierten en perros callejeros. Se hacen más peligrosos y a menudo muerden a la gente. Es extremamente importante para la salud pública que controlemos esta plaga. En Kabul ya hemos finalizado la vacuna contra la rabia. En Mazar-I-Sharif, Kandahar y Jalalabad terminaremos a mediados de diciembre.»
La FAO está trabajando en estrecha colaboración con la OMS y los ministerios afganos de Agricultura y Ganadería y de Sanidad.
Estos proyectos son financiados por Italia, Países Bajos y el Reino Unido.
FAO