Fao: Salvando la industria del coco en el sudeste de Asia y las islas del Pacífico

Remitido por FAO:

Fuertes ataques del escarabajo del coco Brontispa longissima Gestro pueden destruir las hojas de la palma y reducir considerablemente la producción de cocos. Si la palma es joven o no tiene buenas condiciones para desarrollarse, puede morir.

Este escarabajo ha invadido las plantaciones de cocoteros de las Maldivas, Nauru, Tailandia, Viet Nam, Laos y China, causando enormes pérdidas a las industrias locales del coco. En respuesta, la FAO ha puesto en marcha proyectos de lucha biológica en los países que tienen este problema, con el objetivo de controlar durante un largo plazo la plaga mediante uno de sus enemigos naturales.

«La lucha biológica ha resultado la más eficaz y estamos produciendo en masa una pequeña avispa parasitoide, la Asecodes hispinarum, que ataca las larvas del escarabajo, para combatir la propagación de esta plaga y reducir su presencia a niveles que no produzcan daños económicos», declaró Wilco Liebregts, consultor de la FAO y experto en control biológico de plagas.

A pocos meses de haberlo liberado en el sur de Viet Nam, en agosto de 2003, este parásito causó una considerable reducción de la densidad de escarabajos y del daño a los cocoteros, las palmas dieron evidentes muestras de recuperación y regresaron a los niveles de producción anteriores a la infestación.

Propagación de la plaga

El escarabajo del coco prolifera en algunas zonas de Indonesia, Malasia, Papua Nueva Guinea y en distintos países insulares del Pacífico. Sin embargo, esta plaga invasora es nueva en el sudeste de Asia, donde a falta de enemigos naturales está propagándose a gran velocidad y produciendo enormes daños.

El escarabajo se descubrió por vez primera en Viet Nam, las Maldivas y China en los últimos cinco años, y se piensa que llegó en palmeras ornamentales.

«Si no se frena la propagación de este escarabajo hacia Bangladesh, la India, Myanmar y Sri Lanka, producirá una devastación entre los pequeños productores de coco y las grandes plantaciones industriales de esos países, y pondrá en peligro los medios de subsistencia de muchas personas que dependen de este cultivo», informó Keith Chapman, oficial de cultivos industriales de la FAO, en Tailandia.

Pérdida económica y peligro para la subsistencia

Los cocoteros suministran diversos productos básicos, desde una bebida fresca, alimento, aceite, fibra, sustancias oleoquímicas y utensilios domésticos, hasta madera y materiales para construcción. Desempeñan una función importante en el medio ambiente, la salud, la seguridad alimentaria y la subsistencia de muchas personas de la región.

Sólo en las Maldivas esta plaga ha causado considerables pérdidas económicas. En ese país el coco no sólo es un importante cultivo alimentario, sino que quizá sea más importante debido a la industria turística. La dirección de una isla turística calculó las pérdidas entre junio de 2000 y febrero de 2003 en 237 000 dólares, debido a la disminución del turismo a causa de la enfermedad de los cocoteros y del paso de la mano de obra de actividades productivas a la aplicación de insecticidas. Se estima que las pérdidas de ingresos por la venta de cocos y bebidas de coco suman otros 33 000 dólares durante el mismo período, en las islas turísticas.

Un estudio encargado por la FAO reveló que si no se combate, la infestación de escarabajos produciría más de 1 000 millones de dólares en daños sólo en Viet Nam, poniendo en serio peligro la supervivencia de la industria del coco en ese país. Las evaluaciones de los daños en los otros países afectados indican que también en ellos la plaga tendría similares efectos.

La lucha contra la plaga, por lo tanto, ha adquirido interés internacional y tiene gran prioridad para el gobierno de los países de la región. En China la plaga ha sido clasificada como la segunda plaga forestal más importante, aunque sólo en algunas provincias el clima es suficientemente cálido para la producción de cocoteros.

Lucha biológica

Las autoridades de los gobiernos de la región respondieron con celeridad ante la plaga con programas para combatirla a través de insecticidas al follaje y al tallo de las palmas infestadas. En las Maldivas y en China, hubo que destruir numerosos plantones e incluso árboles maduros. Con todo, la plaga siguió propagándose y el sistema químico no sólo resultó costoso e ineficaz, sino además un serio peligro de salud para los agricultores, las familias y los consumidores, ya que las plantaciones de cocoteros a menudo están próximas a las zonas habitadas.

«La aplicación de insecticidas sólo puede ser una medida temporal -explica Tran Tan Viet, especialista en métodos biológico contra las plagas de la Universidad de Nong Lam, en Viet Nam-. El sistema biológico es el más eficaz, tomando en cuenta la relación entre costo y beneficio.»

No obstante, casi todos los países carecen de expertos en métodos biológicos en general, y contra esta plaga en particular. En estos países, para crear capacidad en métodos biológicos contra las plagas y sensibilizar al público sobre los métodos no químicos que respetan el medio ambiente, la FAO está ayudando a elaborar programas de manejo integrado de plagas que acatan las normas internacionales establecidas por la FAO. Este apoyo ha ayudado a los países a clasificar el escarabajo del coco, a recoger importantes enemigos naturales de Samoa, en el Pacífico, y criarlos en cautividad para evaluarlos, y posteriormente liberarlos en el campo.

Ahora la FAO está evaluando la eficacia de estos enemigos naturales exóticos para combatir el escarabajo y ayudar a crear sistemas de manejo integrado de plagas adecuados al medio ambiente específico de cada país.

«Los programas de control biológico del escarabajo del cocotero son magníficos ejemplos de cómo se combate a largo plazo y en forma sostenible una plaga exótica invasiva muy nociva, reduciendo las repercusiones en el medio ambiente y en la biodiversidad específica de los países», explica Peter Kenmore, experto de la FAO en lucha contra las plagas.

FAO

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