La financiación aportada por los gobiernos donantes para proyectos de restablecimiento agropecuario de la FAO se duplicó en 2000 a casi 54 millones de dólares EE UU, con el fin de ayudar a los países a recuperarse de situaciones de urgencia. Las contribuciones se destinaron a 114 proyectos de apoyo en 43 países y regiones. Las donaciones realizadas por los gobiernos ascendieron de los 26 millones de dólares EE UU de 1999, prosiguiendo la tendencia positiva de los últimos años.
«El aumento sostenido de la financiación de los donantes tiene diversas razones -afirma Anne Bauer, Jefa del Servicio de Operaciones Especiales de Socorro de la FAO, que en fecha reciente dio a conocer las cifras durante una reunión informal de donantes-. Hemos seguido mejorando nuestra coordinación con los donantes, las ONG internacionales más pertinentes y otras instituciones, sobre todo por medio del suministro de insumos agrícolas, asesoría técnica e información, así como a través de una planificación conjunta de las actividades orientadas a reanudar la producción de alimentos. Esta coordinación reduce la duplicación de esfuerzos y las lagunas en la entrega de ayuda agropecuaria de urgencia, y ha dado confianza a los donantes».
Entre los principales motivos del aumento de la financiación, Bauer cita un enlace más sistemático con los gobiernos donantes y las ONG del sector, que ha generado más apoyo. Además la FAO participa cada vez más en la comunidad de las Naciones Unidas dedicada a la ayuda humanitaria, en particular con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), encargada de organizar la ayuda entregada por la ONU en las situaciones complejas de urgencia que rebasan la capacidad y el mandato de los organismos individuales de ayuda humanitaria. «Cada vez se aprecia más la asistencia prestada por la FAO para zanjar la brecha que existe entre las actividades destinadas a salvar vidas y las de restablecimiento de la normalidad», afirma Bauer.
La capacidad de la FAO de poner en marcha un programa de urgencia de inmediato al presentarse las crisis permite a los donantes advertir la presencia de la Organización en el terreno antes de que asignen los fondos. «Hemos reconocido la importancia de estar en el lugar de los hechos cuanto antes al abatirse una catástrofe -señala-. Esto facilita la evaluación de las necesidades, la difusión de información y la planificación de las actividades de asistencia. Se ha visto la ventaja de esta prontitud recientemente en Kosovo, Mozambique y Timor Oriental, donde con rapidez establecimos unidades de emergencia».
Además de la financiación provista por la comunidad de donantes, también proporcionan fondos para las actividades de restablecimiento agrícola de la FAO el Programa de Petróleo por Alimentos de Irak, el Programa de Cooperación Técnica de la FAO y otros organismos de las Naciones Unidas.
GABINETE DE PRENSA