FAO: Semillas y aperos de labranza para casi dos millones de campesinos en Angola

La FAO proporcionará paquetes de material agrícola a campesinos en 14 de las 18 provincias de Angola. Cada paquete contiene variedades adaptadas localmente de maíz y frijol, hortalizas, semillas de mijo y sorgo, y algunos aperos de labranza como azadones y machetes.
Otras organizaciones humanitarias activas en Angola distribuirán 300 000 paquetes adicionales, lo que significa que en total se entregarán unos 600 000 paquetes.

En esta operación, la más grande de la FAO en África, se distribuirán aproximadamente 5 mil toneladas de insumos en las aldeas más remotas y aisladas, donde persisten focos de vulnerabilidad extrema.

«Con esta ayuda, los campesinos y sus familias podrán cultivar sus tierras y producir alimentos para varios meses», explica el Coordinador de los Servicios de Emergencia de la FAO en Angola, Marco Giovannoni.

La vida diaria sigue siendo difícil

«El regreso de los campesinos a sus aldeas ha sido un fenómeno de masas – añade Giovannoni -. El final de la guerra ha supuesto un gran alivio pero la vida diaria sigue siendo difícil para la gran mayoría de los angoleños. El suministro de semillas y aperos de labranza es una aportación fundamental para mejorar las condiciones de vida, la seguridad alimentaria y la autosuficiencia de la población en las zonas rurales».

Después de tres décadas de guerra y un año y medio de paz, los angoleños han comenzado a desbrozar sus tierras abandonadas, a sembrar de nuevo el campo y a construir casas más estables que los refugios donde millones de personas tuvieron que vivir durante la guerra.

El gobierno ha informado de que cerca de 3,3 millones de personas que habían estado desplazadas ya se han reasentado y que muchas otras, inclusive muchos ex soldados de la UNITA que se han desmovilizado, ya han regresado a sus lugares de origen antes del inicio de las lluvias, en septiembre.

La FAO afirmó que, en colaboración con sus asociados – numerosas organizaciones no gubernamentales entre ellos – entregarán 50 000 paquetes agrícolas a los ex soldados desmovilizados de la UNITA. En enero se iniciará la distribución, financiada con fondos del Banco Mundial.

Los desafíos que vienen

Los hogares angoleños que viven de la agricultura todavía tienen mucho por resolver. Deben afrontar problemas de infraestructura y, sobre todo, hacer frente al reto de cómo incrementar su disponibilidad de alimentos.

En el país hay poca producción de semillas e importarlas hace subir con frecuencia sus precios en el mercado local de los alimentos, lo que empeora aún más la precaria situación económica de los hogares rurales.

Para compensar esta deficiencia estructural, la FAO está promoviendo programas de multiplicación de semillas en las aldeas, que ayudarán a las familias a reducir su dependencia de los servicios de emergencia y de la ayuda humanitaria, y ser más autosuficientes.

La FAO también anunció planes de apoyo al restablecimiento de la cabaña ganadera en Angola, diezmada por los 27 años de guerra.

Italia, Japón, Noruega, Suecia, la Unión Europea, así como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), han aportado 11,3 millones de dólares para los proyectos de urgencia de la FAO en Angola.

FAO

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