Los últimos robos se han centrado en el hurto de sandías, que luego se venden, con toda probabilidad, en las zonas turísticas aprovechando la llegada de turistas a las costas castellonenses. También se han producido daños en cosechas y en infraestructuras donde los agricultores guardan los aperos que utilizan en las labores de campo. Además, los ladrones también han robado gasóleo, motocultores e, incluso, dos tractores con los que han dañado producciones de sandías.
Miguel Pellicer, presidente de la Asociación de Agricultores de Benicarló (FEPAC-ASAJA Benicarló), considera que los hurtos “están causando importantes pérdidas económicas a los agricultores” además de provocar “gran intranquilidad y preocupación”. Pellicer solicita mayor vigilancia en el término municipal de Benicarló y, en particular, por la noche, “que es cuando se producen la mayoría de robos en los huertos y en las instalaciones agrícolas”.
FEPAC-ASAJA