El continuado inmovilismo de los estados costeros implicados en la pesquería de bacaladilla del Atlántico Nordeste ha sido severamente criticado por Franz Fischler, Comisario responsable de Agricultura, Desarrollo Rural y Pesca. «Durante los últimos siete años, la Comisión ha estado alentando a las otras Partes para alcanzar un acuerdo realista y justo sobre el reparto de las posibilidades de pesca de bacaladilla, ya que ésta es una precondición para la gestión eficaz de este stock internacional. Para ello y para proteger el stock de bacaladilla, cuya situación preocupaba bastante a los científicos, la Unión Europea limitó de forma unilateral sus capturas durante varios años. Lejos de adoptar la misma postura responsable que la UE, las otras Partes han aumentado sus capturas de modo exponencial, para así poder reclamar una parte mayor de la que les correspondía. La paciencia de la UE se ha agotado. En este contexto, y teniendo en cuenta el alto nivel actual del stock de bacaladilla, la UE ha aumentado su total admisible de capturas autónomo en 350.000 toneladas, para así aproximarlo a los niveles de captura de los años noventa. Insto a nuestros socios a que reconozcan que este prolongado estancamiento es inaceptable e injustificado, y los invito a que acudan a la mesa de negociación con un espíritu realista y constructivo para que podamos alcanzar un acuerdo que sea justo para todas las partes y asegurar el futuro a largo plazo de esta pesquería. Ahora que el stock está en un estado saludable, es el momento de actuar.»
Los cinco estados costeros implicados son la Unión Europea, las Islas Feroe, Groenlandia, Islandia y Noruega. La Federación Rusa ha sido asociada a estas negociaciones, cuenta tenida de su actividad en la pesquería de bacaladilla. Desde 1997, las capturas internacionales se han triplicado, pasando de 650.000 toneladas en la mitad de la década de los noventa hasta más de 2 millones de toneladas en 2003 (véase el gráfico adjunto). Esta cifra debe compararse con el total admisible de capturas (TAC) de 650.000 toneladas que, sin clave de reparto, viene fijando desde 1994 la Comisión de la Pesca del Atlántico Nordeste (siglas en inglés: NEAFC), que es la organización regional de pesca competente.
Los estados costeros han llevado a cabo muchas rondas infructuosas de negociaciones. Estas negociaciones forman parte de un enfoque doble mediante el cual los estados costeros acuerdan las restricciones de capturas que deben aplicarse en las aguas bajo su responsabilidad. De forma subsiguiente, la NEAFC establece las medidas de conservación oportunas para la parte del stock que se captura en aguas internacionales.
El desacuerdo radica principalmente en el reparto del total admisible de capturas, ya que la suma de lo que cada una de las partes reclama supera con creces el 100% de dicho TAC. A falta de acuerdo sobre el reparto, las Partes se han considerado incapaces de acordar medidas para gestionar la pesquería de bacaladilla.
La bacaladilla es importante para la UE, ya que varios Estados Miembros entre los que se incluyen España, Dinamarca, el Reino Unido, los Países Bajos, Irlanda, Francia, Alemania, Portugal y, en menor medida, Suecia, explotan esta pesquería. Esta especie representa asimismo el 40 % de la contribución de la UE para llevar a cabo los intercambios anuales de posibilidades de pesca para los barcos de la UE en aguas noruegas.
El año pasado, la UE incrementó en 250.000 toneladas su parte de la pesquería de bacaladilla y ahora ha decidido aumentarla en 350.000 toneladas para 2004, lo cual implica prácticamente un alineamiento con los niveles de los años noventa. La UE ha tenido en cuenta los dictámenes científicos más recientes a la hora de fijar dichos límites de capturas. El estado biológico del stock, que puede sufrir variaciones significativas a corto plazo, ha cambiado de forma favorable en el último año y se encuentra a un nivel históricamente elevado. El incremento de la parte de la UE es, por tanto, sostenible a corto plazo.
Sólo un acuerdo a largo plazo para el reparto de las posibilidades de pesca de bacaladilla, sentará las bases para una gestión razonable y sostenible de este stock. Las negociaciones necesarias deben emprenderse lo antes posible, aprovechando que ahora el stock está en un estado relativamente saludable
Comisión Europea