En una rueda de prensa celebrada el pasado jueves en Buenos Aires, Franz Fischler, Comisario de Agricultura, Desarrollo Rural y Pesca de la UE, dejó claro que desea dar un impulso tanto a las negociaciones agrarias de la OMC como a las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur. «Ambas representan enormes oportunidades comerciales para las dos partes y ambas ofrecerán a Argentina mercados más abiertos para los productos agrícolas, con ventajas para Europa y Argentina. A diferencia de lo que algunos creen, las unas no excluyen a las otras». En lo que se refiere a las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur, el Sr. Fischler confió en que podrán presentarse en breve ofertas mejoradas. «Europa tiene grandes ambiciones y deseamos un acuerdo ambicioso, sustancial y completo con Mercosur. Estamos dispuestos a una mejora considerable de nuestra oferta agraria. Pero no estamos dispuestos a regalar nada. Sólo podremos presentar nuestra oferta mejorada si el grupo Mercosur responde a nuestro alto nivel de ambición y presenta una oferta igualmente ambiciosa. La apertura comercial es cosa de dos». En cuanto a las negociaciones que la OMC está celebrando sobre agricultura, el Comisario declaró que constituyen «un reto considerable para Argentina». «La Unión Europea ha ofrecido una mejora considerable del acceso al mercado para los productos agrícolas y unos recortes sustanciales en las ayudas a la agricultura que falsean el comercio. Ahora estamos dispuestos a negociar la eliminación progresiva de TODOS los instrumentos de ayuda desleal a las exportaciones para los productos que interesan a los países en desarrollo, pero no actuaremos solos».
Mercosur
El Comisario declaró que Europa desea desmantelar los aranceles existentes para un volumen de negocios de varios billones de euros, que vendría a sumarse al comercio exento de aranceles. «Y añadió estamos dispuestos a abrir el marcado europeo a los productos más sensibles, como la carne de vacuno o el maíz, reduciendo los aranceles y abriendo los contingentes arancelarios. Aunque sigue habiendo obstáculos por superar, confío en que podamos llegar a un acuerdo de aquí a octubre».
Negociaciones agrarias en la OMC
En el año 2003, Estados Unidos gastó 3.200 millones de dólares en créditos a la exportación, con la consiguiente ventaja desleal para sus exportadores en el mercado mundial y se gastan miles de millones de dólares para fomentar la exportación en forma de «ayuda alimentaria». Incluso los partidarios del libre comercio, como Canadá, Australia o Nueva Zelanda falsean el comercio manteniendo monopolios comerciales estatales. «Todos estos instrumentos de ayuda a la exportación perjudican a los países en desarrollo, por lo que también conviene examinarlos de forma detallada», recomendó el Comisario.
La Unión Europea desea que todos los países industrializados concedan un acceso totalmente libre a al menos un 50% de sus importaciones procedentes de Argentina y de otros países en desarrollo. También debería autorizarse a Argentina a reducir sus aranceles mucho menos que los países desarrollados y en un plazo más amplio.
Reforma de la política agrícola de la Unión Europea
«El año pasado, la Unión Europea llegó a un acuerdo sobre la mayor reforma de la política agrícola de su historia. Con ella, se anima cada vez más a los agricultores a prestar un servicio público un medio ambiente sano, alimentos seguros y un campo vivo y no sólo a producir carne de vacuno o trigo. El impacto para Argentina de estas reformas de la política europea es claro: el nuevo sistema de ayudas no está vinculado a la producción, por lo que no perjudica a los intereses comerciales argentinos. En la Unión Europea, nuestras reformas darán lugar a una reducción ingente del 70% de las ayudas agrarias que falsean el comercio, si se compara con el nivel de ayuda que teníamos en Europa hace tan sólo una década. Mientras en el año 1993, la Unión Europea gastó un 0,61% de su PIB en medidas relacionadas con el mercado agrario, en el año 2013 habremos rebajado ese porcentaje al 0,33%, lo cual significa que reduciremos casi a la mitad el porcentaje del PIB dedicado a las ayudas agrarias. Pero también sería importante que otros países ricos, como Estados Unidos, nos siguieran en esta vía y reformaran su normativa agraria cuyos efectos falseadores del comercio han sacudido al mundo entero», declaró en conclusión el Comisario Franz Fischler
Comisión Europea