Los jardines con flores silvestres son cada día más apreciados por que aportan belleza, son fáciles de mantener y además atraen insectos polinizadores. Muchas flores silvestres aparecen de manera natural en el jardín ya que son especies autóctonas. Sencillas de cultivar, la mayoría de las veces basta con solo plantar las semillas directamente en la tierra y únicamente requieren un suelo bien drenado que no sea demasiado fértil para sobrevivir.
La mayoría del trabajo que se hace en un jardín incorpora la mejora del suelo para hacerlo más fértil y el riego. Las flores y plantas silvestres autóctonas no necesitan estos cuidados; en todo jardín existía anteriormente un terreno con su vegetación natural adaptada a las condiciones del terreno y climatológicas. Muchas de estas plantas han sobrevivido, aunque otras se han visto desplazadas por especies importadas que al no adaptarse al terreno necesitan mucho cuidados. Si te interesa adquirir semillas silvestres, la empresa Juan A.M. ofrece semillas silvestres autóctonas de la Península Ibérica.