Francia: La FNSEA se inhibe en la aplicación de la revisión de la PAC

El Presidente de la FNSEA ha efectuado una declaración en la que afirma dejar en las manos de los que aceptaron la reforma acordada en Luxemburgo el 26 de junio la total responsabilidad sobre la decisión relativa a las modalidades de su aplicación. La declaración en la que la FNSEA recuerda que esta reforma no es la suya y que cada cual debe asumir sus responsabilidades y consecuencias, constituye una reacción a lo expresado por el Primer Ministro, Jean Pierre Raffarin, en el sentido de que, para el Gobierno, la puesta en marcha de la nueva PAC tendría lugar en 2007, fecha de caducidad de los acuerdos de Berlín, dejando a las organizaciones el papel de solicitar el avance de la fecha, si ese fuera su deseo.
El Consejero para asuntos agrícolas y de pesca del Presidente Chirac se había manifestado en los mismos términos en una reunión restringida a mediados del mes de noviembre. El Ministro de Agricultura se ha venido reuniendo en los pasados días con las diferentes organizaciones sindicales para pulsar su opinión en relación con este asunto, mientras, previamente, algunas organizaciones profesionales habían expresado sus preferencias, como es el caso de la Federación Nacional Bovina, que había manifestado su inclinación, en línea con otros países europeos, como España y Portugal, por la vinculación al cien por cien de las ayudas. Los productores de leche también se habían mostrado dispuestos a adelantar las fechas para desvincular las primas aunque, en general, la tónica ha sido la prudencia máxima en la toma de posiciones, obviamente, sin llegar a la postura maximalista de la FNSEA, que parecería haber roto la buena relación inicial con este Gobierno y su Ministro de Agricultura.

Tras la reunión con Gaymard, el Presidente de Coordinación Rural (CR) ha declarado haber encontrado un Ministro que ofrecía poca seguridad, no refiriéndose a la nueva PAC como una buena política, sino a haber logrado limitar los daños. La CR se inclina por retrasar al máximo la fecha para la entrada en vigor de la desvinculación, aunque ven difícil lograr mantener, con el paso del tiempo, las ayudas ligadas a la tierra. Los representantes de la Confederación Campesina manifestaron a la salida de la reunión su total desacuerdo con la reforma pero, ante la evidencia, se inclinan por retrasar al máximo la entrada en vigor y por mantener vinculadas las ayudas al mayor nivel posible, aunque piensan que las decisiones ya están tomadas. Creen que el principio de las referencias históricas no será asumido ni por los agricultores ni por el resto de la sociedad y lamentan que la regionalización de las ayudas sea una opción dejada de lado. Rechazan la mercantilización de los derechos a prima y proponen una gestión de los mismos a nivel departamental y que sean gratuitos para los jóvenes y los agricultores prioritarios.

Para el MODEF, sindicato que pretende expresar el sentir de las explotaciones familiares, también debe esperarse a 2007 para aplicar la nueva PAC, con objeto de dar tiempo a los agricultores a prepararse para la misma. También se opone a la comercialización de los derechos a producir, de los derechos a primas y de las ayudas, que deben ser accesibles y repartidos de manera equitativa, prioritariamente a los jóvenes que se instalan y, seguidamente, a las explotaciones familiares. También son partidarios de la máxima vinculación de las ayudas. El Ministro se ha encontrado con la FNSEA y Jóvenes Agricultores, con ocasión de la reunión del Consejo de la Agricultura Francesa, del que forman parte, con el resultado, en cuanto a su posición, que se expone más arriba. El conjunto de las organizaciones sindicales, con excepción de FNSEA y Jóvenes Agricultores, manifiestan la contradicción entre la posición de la APCA (Asamblea Permanente de Cámaras Agrarias), formada mayoritariamente por miembros de estos sindicatos, que ha manifestado con rotundidad su acuerdo para introducir la desvinculación de ayudas en 2005, y la postura de estos sindicatos, que se desentienden claramente de dicha aplicación. La opinión de la APCA está, asimismo, en línea con la de los cerealistas

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