El siempre innovador sector holandés de la patata ha cambiado drásticamente su oferta a lo largo de la última década. Además de haber introducido muchas nuevas variedades de patata para satisfacer las exigencias del consumidor moderno, también ha revolucionado la oferta tradicional gracias a la introducción de patatas de 4ª y 5ª gama. Este tipo de productos de patata comprende una amplia gama de patatas peladas y cortadas que pueden ser crudas, escaldadas, precocinadas al vacío, pasteurizadas o precocidas de otros modos.
Según la técnica de procesamiento y el tipo de embalaje utilizado, los productos frescos y refrigerados de patata pueden almacenarse entre ocho días y seis semanas, de acuerdo con las indicaciones del fabricante.
Los productores holandeses de patatas frescas refrigeradas suministran en Europa a dos grupos principales de consumidores: el consumidor final y el consumidor profesional del sector horeco. A cada uno de estos dos tipos de consumidores, los fabricantes holandeses ofrecen tanto los embalajes adecuados, como el tipo de producto adaptado a los hábitos y las exigencias de cada cliente. De este modo los fabricantes garantizan a sus clientes, profesionales o no, la patata refrigerada más fresca posible.
Los profesionales del sector horeco prefieren productos de patata multifuncionales de una calidad constante durante todo el año. También desean productos frescos de patata que puedan ser hervidos, fritos, cocinados en el horno o cualquier otra forma de preparación culinaria. Además, exigen que la cualidad culinaria de estos productos sea constante día a día.
Todos los sectores holandeses implicados en la cadena de producción de la patata, o sea, desde el propio agricultor hasta la última persona responsable del procesamiento, de acuerdo a su larga tradición, experiencia y dedicación, garantizan de forma inequívoca la calidad constante y la alta seguridad alimentaria de las patatas de 4ª y 5ª gama.
Editorial