Fundación Grupo Eroski, en colaboración con el Instituto de Empresa, ha elaborado por primera vez en España el Informe Anual del Consumo en el que se abordan los diferentes parámetros del consumo en España con una metodología expresamente diseñada para que pueda ser utilizado anualmente como un Barómetro del Consumo.
El consumidor español afirma sentirse sólo medianamente satisfecho con la información de consumo que recibe y algo menos con la que le proporcionan el comercio y las marcas de los productos. En cuanto a la economía, se siente poco compensado por el gasto que realiza para proveerse de productos y servicios. Esta percepción junto a la moderada preocupación que suscita el inminente cambio al euro; la desconfianza que genera Internet como medio de pago o la escasa disposición de pagar por servicios que reduzcan el tiempo que se destina a efectuar la compra, son algunas de las aportaciones de este Barómetro del Consumo.
El estudio se basa en 5.000 encuestas de opinión realizadas en todo el territorio nacional, estratificadas por áreas geográficas, que diferencian seis segmentos de consumidores y con cinco áreas de contenidos.
Algunas conclusiones
· El consumidor, en materia de información sobre los alimentos otorga muy poco crédito a la Administración y a las empresas.
· La satisfacción (6,2 puntos) que siente el ciudadano ante la información sobre productos y servicios es muy mejorable, especialmente la de seguros y vivienda. La proporcionada por las marcas se percibe aceptable (5,8 puntos), y la que procede del comercio es bien valorada en los puntos de venta tradicionales y especializados, y peor (aunque con aprobado) las de entidades bancarias y de seguros.
· El consumidor se siente poco compensado (5,66 puntos) por el dinero que paga por productos y servicios Los servicios médicos representan el consumo que compensa en mayor grado, mientras que los seguros domésticos y la compra de la vivienda representan el punto más bajo de compensación, con 5 puntos.
· El grado de confianza que sienten los ciudadanos al consumir alimentos es satisfactorio (7,1 puntos) si bien cada alimento genera su propio índice de confianza, mayor cuanto más se le atribuya la característica de natural y de exento de procesos industriales. Asimismo, se muestra confiado ante la seguridad de los alimentos, incluida la carne (6,5 puntos).
· Dos de cada tres ciudadanos entienden que son ellos mismos quienes mejor defienden sus intereses como consumidores. Esta convicción relega a un segundo plano a las asociaciones de consumidores; sólo uno de cada cinco las señala como principales defensoras del consumidor, y "borra del mapa" a la Administración y a las empresas en esa tarea.
· La satisfacción con la información sobre el cambio al euro es mediocre, sólo 5,8 puntos. Y la mitad de los encuestados piensa que el euro encarecerá, aunque no en gran medida, los precios.
· Internet sigue suscitando una gran desconfianza como medio de compra (menos de 4 puntos) y, a pesar de lo que aseguren los estudios de mercado, el consumidor se muestra muy poco dispuesto a pagar por servicios que reduzcan el tiempo destinado a efectuar la compra.
Fundación Grupo Eroski