‘Futuroliva’ de Baeza se consolida como la segunda feria más importante de la provincia de Jaén

La IV Feria del Olivar “Futuroliva” de Baeza cerró sus puertas el pasado Domingo 10 de Septiembre con un balance muy positivo, consolidándose como la segunda más importante vinculada con el olivar y el aceite de oliva en la provincia de Jaén, tras Expoliva, según coinciden en afirmar tanto organizadores como representantes de las Administraciones Públicas, expositores y visitantes. No en vano, más de 17.000 personas han acudido a las instalaciones del Recinto Ferial de Baeza entre el 7 y el 10 de Septiembre. Según ha subrayado el Presidente de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero —una de las entidades que han mostrado su apoyo al evento—, Leocadio Marín, “esta feria se ha consolidado y ya no tiene vuelta atrás. Ha conseguido abrir una gran expectación no sólo entre la población de la localidad y comarca sino también de toda la provincia y otras Comunidades, lo que da muestra de la consolidación definitiva de Futuroliva”. Marín ha comprometido, por ello, la presencia de la institución en su próxima edición.

Durante el acto de clausura, el Alcalde de Baeza, Javier Calvente, ha calificado esta IV edición de “éxito rotundo” y, “gracias a la suma de esfuerzos de todos, sigue creciendo”. Tras agradecer el apoyo de los organizadores, patrocinadores, colaboradores, y medios de comunicación que han contribuido a la consolidación de “Futuroliva”, Calvente ha matizado que “el recinto se ha quedado pequeño dado el éxito de participación, por lo que habrá que estudiar la ampliación de la actual o buscar un recinto más amplio para su ubicación en futuros certámenes”. También se barajarán otras fechas de celebración posibles “para seguir creciendo”.

Los responsables de Pópulo Servicios Turísticos, Santiago Calvo y Sebastián Moreno, han mostrado durante la clausura de “Futuroliva” su “profunda satisfacción” por el éxito de participación alcanzado, “puesto que hemos contado con más de 17.000 visitantes a pesar de ser un año difícil para el sector por las bajas producciones”. Según han explicado, éstos no sólo proceden de Baeza y su comarca, sino de toda Jaén; otras provincias limítrofes como Córdoba, Granada, Málaga e, incluso, de Madrid, Valencia, o Cáceres; por poner sólo algunos ejemplos. Especialmente activa ha sido la presencia del mundo del cooperativismo. Asimismo, Pópulo Servicios Turísticos ha anunciado que se estudiará trasladar a primavera la celebración de la feria para darle mayor dimensión aún y atraer nuevos expositores que por cuestiones comerciales no han podido asistir a esta IV edición, así como ampliar las instalaciones.

El Secretario General de UPA-Jaén, Agustín Rodríguez, ha subrayado durante el acto de clausura oficial que “Futuroliva sin duda está jugando un papel de vanguardia y tiene que seguir siendo un foro de encuentro en el futuro no sólo para dar a conocer las últimas novedades tecnológicas, sino también para debatir e impulsar los caminos que debe seguir el sector”. Por ello, Rodríguez ha avanzado que va a seguir trabajando en la organización de Futuroliva junto a Pópulo Servicios Turísticos, en nuestro más firme compromiso con Baeza y con el sector olivarero andaluz”. “Nos encontramos en la comarca más productiva del país, con mayor capacidad innovadora e inversión, siendo lógico que se haya consolidado una feria de tales características como Futuroliva”, añade Rodríguez.

El Delegado Provincial de Agricultura en Jaén, José Castro, quien ha valorado que se hayan cumplido expectativas comerciales y asistencia, ha reflexionado sobre el “presente magnífico del olivar de Baeza, la comarca y de la provincia”, con aumento importante de productividad y modernización de explotaciones. En este sentido, ha abogado por volcarse en los mercados, que están aceptando cada vez mejor nuestros caldos. Según ha explicado, el consumo de aceite de oliva ha pasado en los últimos veinte años de 370.000 toneladas hasta las 600.000 toneladas actuales, mientras que algunos países tradicionalmente no consumidores, han incrementado la demanda en más de 150% en sólo una década. No obstante, Castro ha urgido la puesta en marcha de estrategias que consoliden el liderazgo del sector en los mercados.

“Futuroliva” está organizada por Pópulo Servicios Turísticos, con el apoyo de Upa-Jaén, y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Baeza; la Junta de Andalucía; la Diputación Provincial de Jaén; Caja de Jaén, Caja de Granada y Mapfre Seguros. Esta edición ha reflejado la situación socioeconómica del olivar y su industria así como los avances experimentados en tecnología, desarrollo e innovación, producción y calidad. En el marco de la feria se han desarrollarado otras jornadas formativas e informativas en la que se trataron asuntos como el Plan Activa Jaén, prevención de riesgos laborales y la normativa de balsas de agua residuales en almazaras. Se presentaron en sociedad el Parque Tecnológico del Olivar (Geolit); la Denominación de Origen “La Campiña” y los nuevos envases cooperativos de Baeza. Además, hubo actividades abiertas a la participación del público como talleres de cata de aceite; una exposición de pintura y una exhibición de corta y manejo de motosierras, entre otras.

Jornadas de Upa

Los expertos tuvieron la oportunidad, en el marco de Futuroliva de Baeza, de hacer un repaso por los últimos veinte años del olivar en Europa (1986-2006), gracias a una Jornada organizada por UPA-Jaén el 7 de Septiembre en el Auditorio Ruinas de San Francisco de Baeza, con gran éxito de participación.

El Secretario General de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, abogó en su intervención por la mejora de las estructuras, especialmente cooperativas que padecen “un déficit importante”, y de los modelos de gestión que permitan al sector ser más competitivos y poder responder así a un escenario futuro de posible reducción de ayudas comunitarias.

Junto a debilidades como la “ausencia casi total de promoción”, Agustín Rodríguez se refirió a la necesidad de mecanizar el olivar y reforzar la cooperación y unión del sector a través de nuevos modelos de gestión —similares a las comunidades de regantes o lo que fueron en su día las concentraciones parcelarias, puntualizó— que permitan afrontar en común esos puntos débiles como es la mecanización de las explotaciones olivareras de la provincia.

El Profesor Titular de Geografía de la Universidad de Jaén, Eduardo Araque, desarrolló la ponencia “Evolución reciente del olivar en la provincia de Jaén”, llegando a la conclusión de que el boom del monocultivo del olivar ha traído progreso económico y social para la provincia pero también ha consolidado un sistema con fuertes debilidades y falta de diversificación que puede acarrear problemas en escenario de “vaivenes de la PAC o del mercado”. Según manifestó, “si el olivar estornuda, toda la economía jienense se resfriará”. En este sentido, Araque hizo un repaso por las luces y sombras del sistema productivo olivarero de la provincia. Las subvenciones —50.000 millones de las antiguas pesetas anuales— europeas y el precio de intervención zanjaron la crisis del olivar anterior a 1986 y caracterizada por arranque de pies, y depreciación del aceite. Tras la incorporación a la UE, “se alcanzó una etapa de esplendor que no intuían ni los más optimistas”.

El profesor Araque ha recordado que la superficie de olivar ha crecido en 150.00 hectáreas desde 1986, configurando “el modelo de triunfo de monocultivo más perfecto de los que existen”. El cultivo ha permitido, a su juicio, la modernización económica y productiva de Jaén, la popularización de la recolección mecanizada y la intensificación de plantaciones, la transformación en regadíos (más de 200.000 hectáreas), la renovación profunda de la mayoría de las almazaras de transformación minimizando su impacto ambiental… Estas actividades han acabado con el problema secular de la emigración, consiguiendo recuperar incluso la población de muchos núcleos rurales y dignificando las condiciones de vida.

En el lado opuesto de la balanza, el sistema económico jienense “que descansa en una sola pata que es el olivar”, tiene debilidades preocupantes: el 70% de las explotaciones tienen menos de 5 hectáreas, muchas de las cuales tendrán dificultades para subsistir en un escenario de no ayudas –según matizó-; el 40% de titulares de explotaciones son a tiempo parcial y no tienen en el agro la principal fuente de ingresos, lo que da muestras de la “escasa profesionalización”; la dependencia de ayudas; el nivel de envejecimiento, hasta el punto de que el 50% de los titulares tienen hoy más de 55 años y sólo el 12% restante es menor de 34 años, etc.

El Catedrático de Marketing de la Universidad de Jaén y Presidente de la Fundación Citoliva, Manuel Parras, defendió la ponencia “Comercialización del Aceite de Oliva. Evolución y situación actual”. Parras ha destacado que la tendencia ha sido de incremento de la producción; gran aumento de la demanda de los caldos producidos en los últimos años aupada por los estudios que avalan los efectos saludables del aceite de oliva; aunque no han bajado los precios a nivel general, lo que ha auspiciado un sistema de “comercialización pasiva que no ha permitido realizar modernizaciones estructurales”.

Así el consumo de aceite ha pasado de 1,6 a 2,7 millones de toneladas y países como Estados Unidos ya demandan 217 millones de kilos, consolidándose como el cuarto mayor consumidor tras Italia, España, Portugal y Grecia.

En líneas globales, Parras subrayó que las tendencias en producción y consumo — especialmente el virgen extra en países como España y Francia—, siguen siendo alcistas. De cara al futuro, se ampliará la liberalización comercial y consecuentemente la competencia de países como Túnez, Siria, Turquía o México, entre otros, y se reducirán las ayudas comunitarias al sector, en opinión de Manuel Parras.

También hizo un repaso por la estrategia de las empresas oleícolas, apuntando que la tendencia es de internacionalización e integración, con fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas; la aparición de nuevos productos (funcionales, alimentos basados en aceite de oliva); fomento de la utilización de subproductos (biomasa, biodiésel, cogeneración…), etc.

Por último, avanzó que los retos para el presente y futuro deben pasar por: mayor orientación al mercado; incremento de la cooperación intra e intersectorial; mejora de la calidad y seguridad alimentaria de los productos; desarrollo más eficiente de la comercialización en los mercados de graneles y envasados, enfocada al mercado; mejor gestión de las estructuras productivas y de la productividad, en un escenario de agricultura sostenible y, por último, invertir en intangibles (I+D+i, formación y capital humano).

Emilio Torres, representante de los Servicios Técnicos de Upa-Jaén, desarrolló la ponencia “cultivos de olivar y condicionalidad”. Torres repasó algunos de los problemas más acuciantes del cultivo en términos agronómicos, como la erosión y pérdida de suelo por malas prácticas, el uso irracional de plaguicidas y del agua. A continuación explicó las características de la “condicionalidad” a la que obliga la nueva PAC y que vincula la percepción de los pagos directos al cumplimiento de compromisos en las actividades diarias del agricultor, de tipo medioambiental, de salud publica, zoosanidad y fitosanidad. Por último, alertó de la reducción o incluso pérdida total de ayudas en el caso de que los profesionales no cumplan la normativa.

UPA-Jaén

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